Sánchez Castejón no consigue unificar al PSOE orensano en torno al candidato Barquero

La segunda y última parada de Pedro Sánchez en Galicia fue en Orense. La cita más complicada de la agenda gallega para el líder del PSOE debido a la división existente en la agrupación local, en torno a José Ángel Vázquez Barquero, y las cuestiones judiciales que planearon a lo largo de todo el mandato. En ese contexto Pedro Sánchez trató de capear el temporal y la novedad de su visita aplacó la hostilidad soterrada.

El secretario general del PSOE recorrió a pie la avenida principal de la ciudad y volvió a recibir muestras de cariño de los ciudadanos. Se paró en los puestos de una pequeña feria del libro, cotejó algunos comics y manifestó a ABC que «estoy al tanto por mis hijas».

También se ha referido al cariño de la gente y sin dudarlo aclaró: «el contacto con las personas es lo que más me gusta». Sus confesiones informales se detuvieron cuando llegó la hora de abordar los temas de actualidad.

En el séquito de Sánchez no figuraba el exsecretario del PSdeG, «Pachi Vázquez». Los fieles de Vázquez están molestos por «la inacción de Besteiro y por los gestos hacia los concejales suspendidos de Orense». Tampoco acompañaron al líder del PSOE la diputada Seara o el senador Miguel Fidalgo. Sin embargo, la secretaria local, Carmen Dacosta, agradeció a Besteiro su «apoyo expreso» a la agrupación local y mostró su confianza en una nueva victoria socialista.

El discurso de Besteiro fue genérico y sirvió para reivindicar la gestión de Agustín Fernández, como después haría Sánchez Castejón. La dirección provincial aplaudía las intervenciones y todo respondió a un guión perfectamente trazado.

Y mientras todo sucedía, la candidatura del PP coincidió con el autobús socialista. El candidato del PP, Jesús Vázquez, recibía libros y claveles rojos por la celebración del día de San Jorge.