Los representantes de Unións Agrarias, Roberto García (c); Xóvenes Agricultores, Francisco Bello (d); e Isabel Vilalba, Sindicato Labrego Galego
Los representantes de Unións Agrarias, Roberto García (c); Xóvenes Agricultores, Francisco Bello (d); e Isabel Vilalba, Sindicato Labrego Galego - efe

Los sindicatos ganaderos abren una «guerra» contra la industria láctea por «infringir la ley»

Unións Agrarias, Sindicato Labrego Galego y Xóvenes Agricultores llevarán a la industria ante la Xunta y el Ministerio

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La nueva caída del precio de la leche hasta los 28 céntimos por litro que están percibiendo los productores ha llevado a los ganaderos a una nueva situación límite. Los sindicatos Unións Agrarias, Sindicato Labrego Galego y Xóvenes Agricultores llevarán a la industria ante la Xunta de Galicia y el Ministerio por «incumplir» la normativa y no respetar los requisitos exigidos en la negociación de los contratos, ya que entienden que se está convirtiendo a las explotaciones ganaderas en «rehenes» de una «guerra total».

Las organizaciones se quejan de que el desequilibrio de poder de las partes haya generado una situación de «dominio» por parte de las empresas. Entre las prácticas que denuncian se encuentran las supuestas presiones que sufren las explotaciones para presentar la «renuncia voluntaria» a los contratos en aras de evitar la duración regulada, lo que tachan de «claro fraude de ley» y por lo que demandan la rescisión de los acuerdos para volver a una negociación «en pie de igualdad» .

Según anunciaron, los sindicatos comenzarán a reunirse con ganaderos y concellos donde el sector es más potente para lograr el apoyo y arbitraje de la administración. Ante la excepcionalidad de la situación, las centrales abogan por acometer «medidas drásticas» que cuenten con el apoyo de todo el sector, sin descartar el punto en el que se llegue a una huelga.

En O Hórreo

Durante una interpelación parlamentaria al respecto en la sesión de ayer, la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, señaló que en su propuesta de reforma del denominado «paquete lácteo» defendía la necesidad de un mediador obligatorio en caso de no conseguirse acuerdo entre los productores y la industria, así como la imposición de que los contratos se firmasen por un período de al menos un año. Finalmente, ambas medidas no se pudieron introducir «por impedimentos legales, y no por falta de voluntad». A pesar de estos inconvenientes, Quintana mostró la convicción de que la reforma «permitirá un mejor funcionamiento» en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores del mercado.

Ante el nuevo escenario que se abre en el sector, con la desaparición de cuotas la diputada del BNG Tereixa Paz lamentó que los ganaderos gallegos hayan realizado un esfuerzo de «más de 200 millones de euros» en comprar asignaciones.

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