Portell, el pueblo que resiste a la tradición de honrar a sus patronos y celebrar toros

La pequeña localidad castellonense de Portell de Morella (264 habitantes) resiste a la tradición. En plena oleada de revisionismo de las tradiciones por parte de los nuevos ayuntamientos conformados por pactos de formaciones de izquierdas, el municipio de la comarca de Els Ports celebra estos días sus fiestas en honor a Santo Tomás y la Virgen de la Esperanza siguiendo los cánones clásicos.

En el programa oficial no faltan los festejos taurinos que en otras localidades se han puesto en entredicho por parte de los alcaldes de Compromís, como sucede en el caso de Sueca (Valencia). En Portell ayer hubo un corro de vacas, se probó un toro cerril de la ganadería Manuel Ángel Millares y celebró la cuarta edición del concurso de emboladores.

El Ayuntamiento de Portell de Morella está gobernado por el PP, por cuyas filas revalidó la mayoría absoluta en las últimas elecciones municipales el alcalde de la localidad, Álvaro Ferrer.

Este domingo, se celebrará una misa baturra con una procesión en honor a Santo Tomás y San Roque.

Frente a esta política de mantener tradiciones ancestrales, otros consistorios han aplicado medidas de revisión. Al margen del caso de Sueca, donde su alcaldesa, Raquel Tamarit, ha ordenado a las bandas de música que no interpreten el himno de España en las procesiones, en Alzira el Ayuntamiento ha modificado el nombre a las fiestas de San Bernat y Sant Vicent; en Valencia, Joan Ribó ha anunciado que la Senyera no entrará en la catedral el próximo 9 d'Octubre; y en Albalt dels Sorells los concejales ya no podrán presidir las procesiones.