Ximo Puig: «Si el Gobierno no cambia la financiación autonómica, no llegaremos a final de año»

El nuevo presidente valenciano, investido hace una semana con los votos del PSPV, Compromís y Podemos, analiza en esta entrevista con ABC la situación de la Generalitat, sus objetivos a corto plazo y las interioridades del pacto de gobierno.

-¿Cuáles serían los principales retos a corto plazo a los que se enfrenta el Consell?

-El fundamental es recuperar el prestigio y la complicidad de la Generalitat con los ciudadanos. Y después una serie de medidas en las que claramente se plasme que son los ciudadanos los protagonistas de este cambio.

-Entiendo que el empleo será una de esas prioridades. Usted propuso en campaña cambiar el modelo productivo. ¿Como se va a articular?

-Es evidente que una reforma del modelo productivo no se puede acometer solo con el impulso de la Administración, ni tampoco en un corto espacio de tiempo.

Se trata de medidas estructurales, y lo primero que tenemos que hacer es poner en marcha esa alianza entre la Generalitat y los sectores económicos. Para ello, en los próximos días voy a convocar a los sindicatos y a los empresarios para empezar a plantear lo que tiene que ser el nuevo contrato social.

-¿Qué importancia tiene lograr un nuevo modelo de financiación?

-Nuestra gran prioridad es solucionar la infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana, porque si no, la Generalitat es inviable. Si no se asume por parte del Estado de una vez por todas que no puede mantener a cinco millones de españoles permanentemente marginados, no podemos mirar hacia adelante. Existen unos condicionantes económicos del pasado que, junto con la mala financiación, hacen que la Generalitat no pueda llegar a final de año.

-Tendrá una cita con Rajoy para abordar el asunto.

-Es su obligación. Como dije en mi investidura, no me gusta el victimismo, pero tampoco la injusticia. No podemos estar permanentemente en situación de inferioridad para atender los servicios públicos. Y esto no es un problema de victimismo, ni de nacionalismo, ni de regionalismo, sino de diferencia de trato a los españoles según dónde residen. Y tienen que entender que eso no puede seguir así, porque está afectando a servicios tan esenciales como la sanidad, la educación, los servicios sociales... Al cabo del tiempo eso acaba generando un problema, y es que tenemos 12 puntos menos de renta per cápita, y más paro que la media nacional incluso con lo que están exportando nuestras empresas. El Estado está siendo un lastre para el progreso social de la Comunidad.

-Hablando de servicios sociales, ¿qué va a pasar finalmente con los conciertos en sanidad y educación?

-Los conciertos educativos se van a mantener. Lo que se trata es de que se cumplan unos objetivos, y que al final en la prestación de un servicio público como es la educación, esté garantizada la igualdad de oportunidades entre todos los niños y las niñas. Y en estos momentos no es así. Y en cuanto a sanidad, lo que vamos es a evaluar inicialmente todos los conciertos. Porque la gestión de los conciertos, más allá de su propia existencia, es manifiestamente mejorable. Hay zonas opacas. Ante la enfermedad, todos tenemos que ser iguales, y hay que garantizar el servicio público de la sanidad. No se va a producir un rescate inmediato, lo que se va a producir es que los comisionados van a ser comisionados a favor de un servicio público.

-Otro asunto candente: la reapertura de Radio Televisión Valenciana (RTVV). Acaban de destituir a los liquidadores nombrados por el PP, y van a nombrar a otros que llaman «evaluadores».

-Sí, porque lo que van a hacer es un informe de estado de situación.

-¿Y para reabrirla, se inclina por parar la liquidación o creará una nueva?

-Cualquier decisión va a tener el aval jurídico. Ya se ha hecho bastante mal en todo el proceso como para continuar haciéndolo mal. Aquí ha caído el mito de la buena gestión económica de la derecha, y uno de los elementos paradigmáticos de su mala gestión ha sido RTVV. Es que aún están abiertas las dos empresas, la RTVV inicial que no se ha podido cerrar por los créditos pendientes, y también la nueva RTVV que creó Fabra. Con lo cual, los pasos que se den deben estar consensuados con la sociedad valenciana y con una legalidad solvente.

-Y mientras, ¿se retomarán las emisiones de TV3 en la Comunidad?

-No, no, yo hablé de reciprocidad. Y ahora no puede haberla porque no existe Canal 9. Se abordará en su momento. Pero lo que no es razonable es que aquí se pueda ver Al-Jazeera y no se pueda ver TV3.

-¿Tiene la sensación de haber pagado un alto coste por el acuerdo con Compromís?

-No, yo creo que hay que asumir la llegada de un nuevo tiempo que supone, de alguna manera, europeizar España. Ahora mismo, más del 90% de los gobiernos europeos son de coalición. Nos tenemos que adaptar a esa circunstancia, y hacer gobiernos en función de lo que digan los electores. A todo el mundo le gustaría tener más votos, pero los ciudadanos han decidido que tenemos que acordar, y que nadie debe tener mayoría absoluta para imponer lo que quiera. En esas circunstancias, yo creo que hemos hecho un buen gobierno.

-Visto desde fuera, al menos, parece que en esas negociaciones hubo momentos críticos.

-Momentos difíciles hay siempre. Porque efectivamente nos falta mucha cultura de coalición. Y vamos a continuar teniendo, seguro, episodios de asintonía. Pero eso pasa incluso cuando un partido tiene mayoría absoluta. Tener mayoría absoluta no significa tener un gobierno cohesionado.

-¿Es Compromís excesivamente catalanista? Porque su nuevo consejero de Educación apoyaba el «sí/sí» en el referéndum de Cataluña.

-Primero, en el Gobierno que yo presido no hay ningún atisbo de independentismo ni soberanismo. En el programa pactado de medidas de gobierno no hay ninguna posición de nacionalismo excluyente. Todo el mundo puede estar tranquilo porque se va a llevar a cabo una acción política coherente, sensata, razonable, y que desde luego va a defender nuestra lengua, el valenciano, porque es una lengua minorizada.

-¿Teme que el acuerdo con Compromís y con Podemos les perjudique electoralmente en las generales, donde estas dos fuerzas irán juntas?

-Nosotros tenemos una posición central, el PSOE es un partido de centro-izquierda, y este es un gobierno de centro-izquierda valencianista. Es un gobierno que no va a despertar ningún tipo de radicalidad. Los ciudadanos han decidido esto, y lo razonable es hacer caso a los ciudadanos.

-¿Qué tal se lleva con Mónica Oltra?

-Bien, bien. Antes de empezar las negociaciones habíamos tenido poco trato. Ahora lógicamente se ha intensificado. Yo creo que es un activo fundamental de este gobierno.

-¿Teme que le haga sombra?

-No. Lo único que me preocupa es que no seamos capaces de cumplir las expectativas y las esperanzas que hay puestas en este Gobierno. Por lo demás, entiendo que este es un Gobierno plural y compacto.

-¿Qué tal fue el traspaso de poderes con Alberto Fabra?

-Bien, muy positivo, en general el expresidente tuvo un comportamiento democrático que le agradezco.

-¿Qué le pareció el controvertido debut de Carolina Punset como portavoz de Ciudadanos en el pleno de investidura?

-Tengo una muy buena opinión personal de Carolina Punset, una persona sensible y demócrata. No coincido con algunas de sus apreciaciones en la cuestión lingüística, pero me parece una persona dialogante a la que espero convencer en el futuro de algunas cosas. En cualquier caso le tengo mucho respeto.

-¿Cómo ve al PSOE y a Pedro Sánchez ante las generales?

-Sánchez es un líder que se está consolidando rápidamente, con fortaleza. Representa la centralidad que en estos momentos necesita España, que tiene una opción clara de gobierno.

-En coalición, claro.

-El tiempo de las mayorías absolutas ha terminado. Al menos durante un tiempo.