Susana Díaz desautoriza la permisividad de Sánchez y Puig con los imputados y procesados

Lo que pretendía ser una crítica de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, al Partido Popular («esto no es Madrid ni Valencia») se ha vuelto como un bumerán contra el PSOE. La dirigente andaluza ha anunciado este jueves que cualquier socialista que resulte imputado por el Tribunal Supremo (TS) o por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) va a tener que dejar el escaño en la cámara en la que esté. "Esto no es ni Madrid ni Valencia y no va a haber imputados sentados en los escaños", ha sentenciado.

Este argumento choca de bruces con la permisividad del líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, con los dirigentes de la formación procesados (como el «número tres» del PSPV, José Manuel Orengo, o el alcalde de Montroi, Antonio Polo) o imputados, como el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, quien además repetirá como candidato a la Alcaldía en 2015.

Esta postura de Puig fue avalada de forma implícita por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien este miércoles, tras presentar en Valencia una declaración contra la corrupción, eludió concretar las medidas que tiene previsto adoptar con los, al menos, ocho dirigentes del PSPV implicados en causas judiciales.

Frente a esta posición, Susana Díaz ha subrayado este jueves que mientras algunos hablan " de pactos, de promesas y de palabras", ella va a hacer lo que quiere la gente, que "está cansada ya y Andalucía no es ni Madrid ni Valencia".