La detención del edil de Esquerra Unida deja en el aire el tripartito de Burjassot

La fragilidad de los pactos a varias bandas se refleja con toda su crudeza en el caso del Ayuntamiento de Burjassot, una localidad del área metropolitana de Valencia de más de 38.000 habitantes gobernado por el PSPV en coalición con Compromís y Esquerra Unida. Precisamente, el único concejal de esta formación en el Consistorio, José Blanco, fue detenido este lunes acusado de varios delitos.

Esquerra Unida ha abierto un expediente a Blanco y ha anunciado que reclamará su acta de concejal si se confirman los cargos. El alcalde de la localidad, el socialista Rafael García, también ha señalado que el Consistorio emprenderá «medidas contundentes» en el caso de que se demuestren las acusaciones contra el concejal encargado del área de obras municipales, agua potable, alumbrado público, saneamiento, mantenimiento de servicios, parques y jardines, residuos sólidos urbanos, limpieza viaria y brigada de obras.

El Partido Popular ganó las elecciones municipales de 2011 en la localidad de Burjassot, donde obtuvo 8.370 votos (el 43,45% del total) y diez concejales. Sin embargo, quedó a un edil de la mayoría absoluta y PSPV (ocho concejales), Compromís (dos) y Esquerra Unida (uno) impidieron que los populares se hicieran con la vara de mando. La Alcaldía se la repartieron Compromís (el anterior alcalde, Jordi Sebastià, es ahora eurodiputado) y el PSPV, que se quedó con la recta final de la legislatura.

Ahora, el tripartito queda a expensas de las decisiones de un concejal detenido bajo la acusación de varios delitos y podría quedar en sin la mayoría suficiente para gobernar hasta el final de la legislatura.