Hidalgo: «Un gobierno de muchas fuerzas políticas no tiene por qué ser inestable»

Augusto Hidalgo acepta el reto de ABC: delinear en solo diez minutos de conversación las líneas principales de su oferta de cara al electorado.

—Díganos una promesa, pero de las que siente que puede cumplir.—La unificación de la tarifa de guaguas y sus bonificaciones en todo el municipio.

—Un sueño para la ciudad.—Solucionar el problema de desempleo grave que tiene, es decir, el problema de desigualdad.

—Sin mayoría absoluta, ¿con quién sí pactará y con quién no?—Con quién no ya lo he dicho en las primarias: con el PP, que es el partido antagónico al nuestro. Sí lo haría con cualquier fuerza política que tenga un programa electoral compatible con nuestras propuestas y dé estabilidad.

—¿Muchas fuerzas políticas significa inestabilidad?—No tiene por qué.

Hay inestables de mayoría absoluta y estables hasta de treinta partidos, en otros países.

—¿Qué hará con la biblioteca?—Impedir que se tire abajo.

—Pero la situación es complicada.—Soy consciente de ello y conozco la sentencia. Pero puede haber plan «B» y la presión política debe existir, porque es inconcebible que se tire cuando hay otras construcciones ilegales en Canarias que siguen en pie.

—Impuestos y tasas. ¿Subida, rebaja o quedan igual?—Lo que sí voy a hacer es bonificar a las personas que lo están pasando mal, para que puedan pagar sus impuestos. Después de que este gobierno los haya subido, yo no haré lo mismo y garantizaré que los vecinos que peor lo están pasando sean bonificados.

—¿Cómo determina a quiénes se efectúa la bonificación?—Yo no estoy inventando nada, el ayuntamiento de Madrid ya lo hace y el de Málaga también. No se puede bajar por imperativo legal, pero sí bonificar hasta el 95% del IBI a familias que tengan todos sus miembros en paro.

—De empleo se habla mucho. ¿Qué medidas concretas tiene para ello?—Buscar inversiones externas y las que nos deben, como el caso de la Circunvalación (40 millones) y las viviendas sociales. Tendremos un comité de búsqueda de proyectos y recursos externos para ligarlos a proyectos de regeneración urbanística. Y la economía creativa, que puede generar 2.000 puestos de trabajo, vinculado a sectores de la cultura, pero también a las nuevas tecnologías, con gran potencialidad.

—¿El problema del padrón de Tenerife dónde encaja?—Es un problema que habrá que pedir al Instituto Nacional de Estadística que lo solucione.

—El acuario es una de las banderas de campaña del alcalde. ¿Hasta qué punto cree que es su mérito?—El acuario va a ser un icono importantísimo para la atracción de turistas con el perfil de los cruceristas. Pero esto no ha sido un éxito del alcalde, sino del presidente de la autoridad portuaria, Luis Ibarra, que ha sido el que sin que lo supiera siquiera el alcalde contactó con Kiessling para que hiciera la inversión. Y ha facilitado el terreno.

—¿Entonces es solo de Ibarra?—Creo que es un éxito, un hito para el turismo de la ciudad, pero es de todos. Aunque el alcalde parece que está obsesionado con este asunto y nos quiera hacer creer que el mérito del acuario es solo suyo.

—¿Está bien «vendida» la ciudad como producto turístico?—Al Patronato de Turismo hay que decirle que tiene que hacer sus deberes. Debe conseguir que la ciudad, en el paquete turístico que pone en el mercado la isla de Gran Canaria, sea un segmento especializado en turismo urbano, y eso no ocurre en la actualidad.

—Guaguas, tras los cambios de este mandato, ¿cree que hay que corregir o confirmar el rumbo?—Creo que en Guaguas Municipales se ha cumplido con el plan de movilidad sostenible, que creamos los socialistas, y esa ha sido la hoja de ruta. Pero queda una tarea: este proyecto se ha centrado en la zona baja de la ciudad, mientras la zona alta sigue sufriendo un problema de movilidad grave. No puede ser que se pague una tarifa según el barrio en que está el usuario y si por ahí pasa una guagua azul o amarilla. Esto se logra poniéndose firme en la autoridad única de transporte.