El CIS ya patinó en los comicios de 2011

Las fuerzas políticas del Archipiélago que no se hayan quedado contentas con el barómetro preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pueden solazarse con el antecedente de los comicios de 2011. En aquella ocasión, los cálculos del CIS no fueron precisamente certeros. Tan es así, que ni uno solo de los cuatro partidos que obtuvieron representación en el Parlamento regional logró el número de escaños que le había asignado el organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia. El CIS erró especialmente en los casos del Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) y el Partido Popular (PP), cuyos resultados poco tendrían que ver con los pronósticos del centro de investigaciones.

El PSC-PSOE llegó a las elecciones del 22 de mayo de 2011 con el éxito en los comicios de 2007 como su mejor aval.

Su candidato no era ya Juan Fernando López Aguilar, sino José Miguel Pérez, a cuya irrupción en la cúpula del partido siguieron no pocas polémicas, desde el adiós del histórico socialista Santiago Pérez, por ejemplo, hasta la constitución de sendas gestoras para que se hicieran cargo de las agrupaciones insular tinerfeña y de su capital, Santa Cruz. Nada de ello obstó para que el CIS le asignara el 30,2% de los votos, al que más, y 23 escaños. Veintitrés escaños que habrían supuesto solo tres menos que en 2007, cuando López Aguilar había revolucionado a la política de las Islas. Pero ¿qué ocurrió finalmente? Pues que los 26 diputados de los tiempos de Aguilar no se redujeron solo a 23, tal como había vaticinado el CIS, sino que cayeron hasta apenas 15, esto es, el peor resultado del PSC-PSOE en sus muchos años de vida.

Las urnas también pondrían de manifiesto flagrantes errores en lo tocante al PP. A diferencia, no obstante, de en el caso de los socialistas, los pronósticos del organismo público habían sido malos para sus intereses. En 2007, los populares habían conseguido 15 parlamentarios, y el CIS calculó en 16 o 17 los que obtendrían en 2011. La fuerza política que preside en la comunidad autónoma el ministro José Manuel Soria, quien además fue entonces el candidato a la Presidencia del Ejecutivo canario, lograría aquel 22 de mayo 21 escaños. El Centro de Investigaciones Sociológicas asignó el susodicho 30,2% de las papeletas al PSC-PSOE, es decir, el papel del partido más votado en la región por segunda vez consecutiva. Los socialistas no llegarían al 21%, alrededor de nueve puntos menos y menos votos que los que conseguirían tanto el PP como Coalición Canaria (CC). Las papeletas del PP las calculó el CIS en el 27,3% del total, y serían casi el 32%. En consecuencia, el PSC-PSOE pasó de ser la primera organización política en el barómetro a ser la tercera en las urnas; mientras, el PP pasó de ser la segunda en votos a ser la primera.

Y tampoco dio en el clavo el CIS en el caso de CC, si bien las diferencias entre lo pronosticado y lo que finalmente acontecería no fueron tan grandes como con respecto a socialistas y populares. El organismo vaticinó que los nacionalistas obtendrían el 23,9% de las papeletas (terceros tras el PSC-PSOE y el PP) y 19 o 20 diputados; las urnas les darían el 24,7% de los votos (en segundo lugar después de los de José Manuel Soria) y 21 parlamentarios, si se contabiliza el que corresponde a la Agrupación Herreña de Independientes. Hay que puntualizar que la igualdad de escaños entre PP y CC, a pesar de tener los primeros más votos (casi 66.000 más), obedece a la particular ley electoral del Archipiélago.