Piden mandar a la cárcel a una madre que discutió con su hija por un teléfono móvil

Un teléfono móvil le puede costar a un madre, vecina de Huesca, ser condenada a 10 meses de cárcel. Cuando menos eso es lo que reclama para ella la Fiscalía, aunque en caso de ser condenada podría evitar su ingreso en prisión porque no tiene antecedentes penales.

Los hechos por los que va a ser juzgada ahora ocurrieron el 21 de octubre del año pasado en el domicilio familiar. Madre e hija, ambas de origen dominicano, se enzarzaron en una fuerte discusión cuando la joven se negó a dejarle su teléfono móvil.

La madre se lo arrebató por la fuerza y, según el relato de los hechos en que se soporta la Fiscalía para su petición de condena, se produjo un forcejeo entre ambas en el que tiró de los pelos a la hija y le arañó en la cara.

Las lesiones fueron leves, pero la hija acudió a un centro de salud a ser curada y eso condujo a la apertura de un procedimiento penal contar la madre. La muchacha, que en ese momento tenía 17 años y ahora ya es mayor de edad, fue atendida de arañazos en la nariz y en la boca, y de una contusión leve, lesiones que sanaron en un par de días.

La Fiscalía considera que lo ocurrido fue una agresión por parte de la madre «con ánimo de menoscabar su integridad física» y tipifica los hechos como un caso de violencia doméstica. Por ello, además de esos 10 meses de prisión, también reclama para ella que se le prohiba acercarse a menos de 200 metros de su hija y a comunicarse con ella durante dos años. También reclama que se le condene a pagar a la joven 62 euros de indemnización.