Arturo Aliaga (izquierda) releva a José Ángel Biel al frente del Partido Aragonés
Arturo Aliaga (izquierda) releva a José Ángel Biel al frente del Partido Aragonés - fabián simón
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El PAR, en busca de futuro tras 25 años de declive electoral

Desde 1991, el tradicional partido «bisagra» de Aragón ha perdido al 75% de sus votantes

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Tal y como estaba previsto, Arturo Aliaga se ha convertido este fin de semana en nuevo presidente del PAR, tras la retirada anunciada ya el año pasado por quien ha estado al timón del partido desde el 2000, José Ángel Biel. Aliaga toma laas riendas del Partido Aragonés en el momento más bajo de la historia de esta formación que nació con la Transición, enraizada en el conservadurismo de origen y tamizado por un marchamo de regionalismo.

En los 80 llegó a ser actor principal en la política aragonesa. En las elecciones autonómicas de 1987 se convirtió en la segunda fuerza, por detrás del PSOE pero aventajando a la Alianza Popular que poco después encaró su refundación como PP.

Pero aquellas elecciones marcaron también el principio de un declive que no ha acabado para el PAR, que durante casi 30 años se ha mantenido en el poder, coaligado en el Gobierno aragonés con el PP o con el PSOE.

Conforme se fue polarizando el voto entre los dos grandes partidos, PP y PSOE, el PAR fue retrocediendo en las urnas, a lo que se unió la atomización del voto entre formaciones minoritarias, que es una de las señas de identidad de la política aragonesa y que ha alcanzado su cénit en los pasados comicios del 24 de mayo: siete partidos han pasado a tener representación en la Cámara autonómica —PP, PSOE, Podemos, PAR, Ciudadanos, CHA e IU—.

Sacar al partido de estas horas bajas y garantizarle la supervivencia, con el objetivo de que vuelva a ser decisivo en la política autonómica —condición que ha perdido en estos últimos comicios, por primera vez desde los años 80—, es el reto al que se enfrenta Arturo Aliaga en esta nueva etapa que abre al frente del PAR, partido en el que era hasta ahora secretario general.

De momento, pese a haber dejado de ser decisivo para la conformación de un gobierno en mayoría en el Gobierno aragonés, el PAR ha aguantado el tipo en estas últimas elecciones del 24 de mayo. No se ha desmoronado —como apuntaban algunos sondeos— y, aunque se ha dejado una importante porción de los votos que obtuvo en 2011, conserva casi intacta su representación parlamentaria, con seis de los 67 escaños que conforman la Cámara autonómica, solo uno menos que los que obtuvo en 2011.

Encontrar el suelo electoral y, a partir de ahí, diseñar una estrategia a futuro que le permita remontar, es el principal reto al que se enfrenta el PAR después de 25 años de retroceso en las urnas: de los 179.732 votos que obtuvo en 1987 ha pasado a los 45.577 que logró el pasado 24 de mayo.

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