Ha sido la inundación más dañina causada por el Ebro desde que ocurrida en enero de 1961
Ha sido la inundación más dañina causada por el Ebro desde que ocurrida en enero de 1961 - fabián simón
SOCIEDAD

La factura de la última riada del Ebro sube hasta los 200 millones de euros

Las estimaciones van en aumento conforme avanza la valoración de pérdidas, que aún tardará semanas en poder completarse

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Conforme pasan los días y se van sumando informes de valoración de daños, más aumenta la cifra de pérdidas estimadas por la última gran riada del Ebro, la ocurrida entre los últimos días de febrero y los primeros de marzo. Una riada que llegó después de otras tres consecutivas que se habían producido desde finales de enero y que ya habían dejado daños. La cuarta anegó unas 40.000 hectáreas entre Aragón, Navarra, La Rioja y Álava. Ha sido la de más envergadura y más dañina desde la ocurrida en los primeros días de enero de 1961.

A tenor de los presupuestos que han ido reservando los gobiernos regionales y otras instituciones públicas de las comunidades afectadas, así como de las estimaciones de las aseguradoras, la reposición y reparación de bienes destrozados por estas inundaciones rondarán los 200 millones de euros.

La región que concentra más pérdidas es Aragón, al ser también la que cuenta con más kilómetros de Ebro y donde más municipios y hectáreas se vieron afectadas por las aguas. Le siguen las zonas ribereñas de Navarra, La Rioja y Álava.

El Estado ya reservó hace unas semanas 105 millones de euros para hacer frente a reparaciones de infraestructuras públicas. Por su parte, el Gobierno de La Rioja ha habilitado una partida de cuatro millones de euros para complementar la aportación estatal que llegue a esta región.

Gasto público: 170 millones

En Aragón, el Ejecutivo regional ha dispuesto un presupuesto de 45 millones de euros, de los que 20 se acaban de activar con la apertura de varias líneas de ayudas para damnificados —entre ayuntamientos, comunidades de regantes, empresas y particulares—. Por su parte, la Diputación de Zaragoza anunció hace varios días la consignación de cuatro millones de euros para sufragar la reparación de caminos e infraestructuras afectados por esta gran riada.

Además, el Gobierno de Navarra ha anunciado igualmente que consignará un presupuesto específico para, al igual que Aragón, complementar las ayudas estatales y tratar de resarcir al máximo a quienes han sufrido pérdidas por estas inundaciones. En el caso de Navarra, la aportación del Gobierno foral podría requerir unos 12 millones de euros, si se tiene en cuenta que el de La Rioja ha tenido que consignar cuatro para atender los daños en una región en la que el número de hectáreas afectadas por la riada fue tres veces menos que en las riberas navarras.

La suma de todos estos presupuestos públicos que se han tenido que reservar ya para hacer frente a los daños suman del orden de 170 millones de euros. Y hay que tener en cuenta que varias de estas administraciones ya han advertido que quizás harán corto y tendrán que ampliar los fondos.

Más déficit y más deuda

El Gobierno aragonés da por hecho que tendrá que sobreendeudarse para afrontar este gasto extra, y el Ejecutivo navarro ha pedido igualmente al Estado que lo que tenga que dedicar no compute al calcular el techo de déficit autonómico de 2014 —curándose en salud ante el riesgo de que, también en su caso, le obligue a sobreendeudarse por encima de lo que había previsto para el presente año—.

Gastos de emergencia

A esos alrededor de 170 millones de euros que han reservado las administraciones públicas hay que añadir los que se fueron en el amplio dispositivo de emergencia que hubo que desplegar para hacer frente a la riada y atender a los municipios afectados. Y también hay que sumar el dinero que tendrán que desembolsar las aseguradoras —por pólizas que tenían contratadas parte de los damnificados— y lo que tendrá que pagar el Consorcio de Compensación de Seguros —que interviene de forma general para resarcir a los afectados en caso de desastres colectivos y excepcionales, como ha sido el caso de estas últimas inundaciones del Ebro—.

En total, con todos estos cálculos, la cifra global entre administraciones públicas y seguros ronda los 200 millones de euros de gasto previsto.

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