Los jugueteros confían en la «magia» de la Navidad para que las ventas crezcan un 5%

Los jugueteros españoles confían en la «magia» del periodo navideño para elevar alrededor del 5% la facturación global anual, una vez sumado el mercado interior y las exportaciones.

Así lo ha estimado el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, tras asistir, en la fabrica de la empresa alicantina Famosa, a la presentación de la quinta edición de Juegorama, que este año lleva por lema «Así hacemos juguetes».

Pastor ha explicado que la cifra de crecimiento es difícil de precisar aunque esperan un «ligero» aumento gracias, principalmente, a la exportación, que supone el 40% de las ventas de los fabricantes españoles.

El pasado año el sector cerró con una facturación de 1.277 millones de euros y con 5.500 puestos de trabajo directos, a los que se suman otros 25.000 indirectos de empresas de moldes, plásticos, embalajes o textiles, principalmente.

Las expectativas en cuanto al consumo nacional «no se están cumpliendo» hasta el momento aunque las ventas en el exterior son mucho más positivas, como lo refleja que en septiembre se exportara hasta un 15% más que hace un año.

Según Pastor, los buenos datos macroeconómicos aún no se están trasladando al consumo nacional. Sin embargo, «cuando llega la Navidad sabemos que es algo mágico» y «muchos padres dejan de tener una corbata para ofrecer una unidad más de juguetes» a los hijos.

Por ello y al igual que otros años, prevén que las últimas semanas de campaña entre finales de diciembre y los primeros díasde enero sean «positivas» y arrojen «ligeros crecimientos» que, sumados a las exportaciones, permitan crecer un mínimo del 5%.

El presidente de la patronal juguetera ha admitido que esta estacionalización de las ventas «no es lo deseado» porque querrían un consumo más sostenido durante todo el año, pero ya están acostumbrados.

Pastor también ha comentado que las industrias jugueteras empiezan a tener ciertos problemas para encontrar mano de obra especializada en algunas de las fases productivas.

Para el presidente de la AEFJ, esto es consecuencia del proceso de deslocalización iniciado hace años para ubicar la fabricación en países como China, ya que en un primer momento se llevan fuera los procesos de menos valor y «detrás se va el conocimiento».