Así de enérgico entraba Macron al centro deportivo que ha visitado en el suroeste de Francia. El presidente ha dedicado un tiempo a charlar con los niños del centro, pero la conversación no duró demasiado. Pronto se ha quitado la chaqueta, se ha remangado la camisa, ha apuntado y... canasta. En seguida su público se arranca en un aplauso. A la escalada el presidente no se animó, ha preferido quedarse mirando desde abajo. Esta vez son los niños los que demuestran su talento deportivo. La visita pretende reiterar la importancia del deporte en el país de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.-Redacción-
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