Crece la ola de protestas raciales en EE.UU. de cara a las elecciones

Nueva York se suma ahora a los focos violentos en Oregón, Wisconsin y Kentucky

Todo sobre las elecciones en EE.UU. 2020, en el Especial ABC

Un manifestante con los pies en llamas al ser alcanzados por un cóctel molotov, en un Portland (Oregón) AFP
David Alandete

David Alandete

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A medida que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos , se van multiplicando los focos de la protesta racial, con disturbios, saqueos e incendios a ambas costas del país, de Oregón a Nueva York . Un nuevo punto de conflicto y enfrentamientos violentos con la Policía es Kentucky , un bastión republicano, donde en marzo murió en un registro policial Breonna Taylor , una mujer de raza negra de 26 años cuyo nombre se ha convertido, junto con el de George Floyd , en símbolo y mantra de estas protestas.

En Kentucky, donde el sábado se celebró sin publico el célebre derby, hubo manifestaciones por la tarde que en la noche se convirtieron en forcejeos con la Policía y asedio a edificios municipales. En Louisville , la mayor ciudad del estado, varias milicias armadas, simpatizantes en parte del presidente Donald Trump y defensoras de la Policía, se enfrentaron a los manifestantes contra el racismo y la brutalidad policial, agrupados en torno al lema « Black Lives Matter » o «Las vidas negras importan».

Como en Portland (Oregón) o Kenosha ( Wisconsin ), los choques entre manifestantes por un lado y milicias armadas se ha convertido en un polvorín que tiene a la policía en guardia. En Kenosha murieron a finales de agosto dos personas en un forcejeo con un menor de edad armado, que ya ha sido detenido. En Portland perdió la vida el fin de semana pasado un integrante de una milicia armada a manos de un militante de extrema izquierda que después fue abatido por policías al resistirse a ser detenido en el estado de Washington.

Estado de alerta

La policía de varias ciudades afectadas por las protestas está en estado de alerta porque este lunes, festivo en EE.UU. porque se celebra el día del trabajo, hay convocadas grandes manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial en muchas de ellas. Esas ciudades, sobre todo Portland, que es un bastión demócrata, encadenan ya más de 100 noches seguidas de disturbios.

La protesta comenzó por la muerte en mayo de Floyd , un hombre de raza negra al que el dueño de una tienda en Mineápolis acusó de pagar con un billete falso. Al llegar, un agente le redujo y le hincó la rodilla en el cuello durante ocho minutos. Floyd murió de asfixia, y las imágenes de su muerte se difundieron ampliamente en redes sociales, prendiendo la llama de la indignación contra el racismo y los abusos policiales.

La última ciudad en sumarse a esta ola de protestas que no cesa es Rochester, en el estado de Nueva York. Allí, la familia de Daniel Prude ha denunciado que este hombre de raza negra, que padecía problemas mentales, fue reducido por la Policía en marzo, dejado desnudo en plena calle y su cabeza cubierta con una bolsa, que le impidió respirar. Prude murió momentos después en el hospital, a los 41 años de edad. Aunque asuntos internos en Rochester ha abierto una investigación y los agentes responsables están suspendidos, varios manifestantes se han enfrentado las pasadas noches a los cuerpos de seguridad, que en la madrugada del sábado emplearon granadas aturdidoras y gas lacrimógeno para dispersar a las turbas. Dos personas fueron detenidas por vandalismo. La fiscal general del estado, Letitia James , ha anunciado que un gran jurado decidirá sobre el caso.

El presidente Trump ha criticado esas manifestaciones, y ha acusado a la extrema izquierda, los « antifascistas », de instigarlas. En sus varios mítines de cara a las elecciones del 3 de noviembre, el presidente ha prometido mano dura para que impere la ley y el orden, y ha criticado a los alcaldes y gobernadores demócratas por su supuesta pasividad ante los disturbios. La receta de Trump para acabar con el tumulto es desplegar a la Guardia Nacional, la fuerza de reserva, que sólo puede activarse a petición de los gobernadores. El presidente la activó en junio Washington, que es un distrito federal, y, como él suele recordar, los disturbios y saqueos acabaron en cuestión de horas.

Aun así, no es que Washington esté libre de protestas. De forma intermitente, turbas de poco más de un centenar de personas se enfrentan a la policía y provocan disturbios cerca de la Casa Blanca, que sigue en parte vallada.

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