Así afectan los petardos a las personales con hipersensibilidad y a los animales

Un día como hoy, Erik no puede salir de casa sin sus cascos puestos porque es oír un petardo y ponerse literalmente malo. El ruido de la fiesta de San Juan es un drama para cerca del millón de personas que en España sufren de hipersensibilidad severa a los sonidos fuertes, descomunales para el oído canino. Así que hoy muchos se quedarán en casa o tirarán de pastillas. Hay algunos que el pánico es tan extremo que necesitan de medicación más fuerte. La solución pasa por una fiesta sin sonidos traumáticos, con pirotecnia como esta, libre de ruido.-Redacción-