África

El violador de una niña en el baño de un restaurante en Sudáfrica, condenado a cadena perpetua

La decisión de hacer testificar a la víctima, de siete años, indignó a la opinión pública

El acusado de violación en el momento de la sentencia EWN

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Nicholas Ninow, de 21 años, pasará el resto de su vida en prisión por violar a una niña de 7 años en los baños (de mujer) de un conocido restaurante familiar de Pretoria . Los hechos sucedieron en septiembre del año pasado y hace un mes Ninow se declaró culpable de los cargos de violación y posesión de sustancias ilegales. El abusador fue absuelto del cargo de agresión a dos empleados del establecimiento sudafricano, que se enfrentaron a él al descubrirle, y el Estado retiró un cargo de secuestro justo antes de que comenzara el juicio.

El juez Mokhine Mosopa del Tribunal Superior de Gauteng denunció antes de leer la sentencia que « la violencia contra niños es un problema endémico en Sudáfrica ». El magistrado dijo que el hecho de que Ninow eligiera a un niño como su víctima era motivo de preocupación : «El acusado es una persona joven. En el momento [de la violación] el acusado tenía novia y ésta estaba embarazada de su hijo», que ahora tiene 10 meses.

Para el juez Mosopa las acciones de Ninow fueron premeditadas y no impulsivas , tal y como había declarado el acusado durante el juicio. Según las pruebas presentadas ante el tribunal, el joven cambió su asiento en el restaurante Dros del suburbio de Silverton para poder tener una visión más clara del área de juego de los niños con el objetivo de acechar a su víctima y atacar cuando se presentara la oportunidad. Esto desmonta la versión de Ninow quien declaró que se encontraba en el baño, drogándose, cuando la víctima entró y le pidió orinar. «Lo primero que hice cuando llegué al restaurante, fui ir al baño a drogarme para sentirme mejor (…). Cuando volví del baño, decidí sentarme fuera. Es difícil describir lo que sucedió en ese momento; es algo que me rompe por dentro todos los días», dijo el joven el miércoles durante los procedimientos para mitigar la sentencia.

«En el momento del presunto delito, el acusado no sufría de una enfermedad mental o discapacidad intelectual que afectara su capacidad de distinguir entre la naturaleza lícita o ilícita de sus actos», dijo el juez el jueves.

La menor llamada a declarar

El impactante y desgarrador relato de la víctima fue leído durante los procedimientos. La trabajadora social forense Karin Botha detalló el trauma de la violación y cómo ese episodio atormenta a la niña hasta el día de hoy : «todavía experimenta pesadillas regularmente». Según la trabajadora social, la niña tiene pánico a los restaurantes y a los hombres. «No tengo miedo a los cocodrilos ni a las serpientes, solo a los hombres», dijo la pequeña. Botha dijo que la víctima quiere que Ninow sea castigado: « Necesita aprender a no dañar a las personas ».

La decisión de la Autoridad Fiscal Nacional (NPA, por sus siglas en inglés) de hacer testificar a la niña indignó a la sociedad sudafricana y muchos dijeron que no debería ser sometida a revivir el incidente.

Caótica infancia y problema con las drogas

Tanto el acusado como su abuela Pauline Gericke, con quien residía, subieron al estrado para intentar mitigar la sentencia, que sería de un mínimo de 25 años de cárcel sin libertad condicional . El violador convicto que « no se considera que tenga un trastorno pedófilo » está arrepentido, según la psicóloga del caso; para el fiscal del Estado, Ninow no muestra remordimiento.

Ninow fue abusado sexualmente, creció en un ambiente «caótico» y fue también « abandonado emocional y físicamente », dijo la psicóloga Marina Genis el miércoles en la sala. Empezó a fumar cigarrillos a los 7 años y con 12 probó la marihuana y, un año después, las drogas químicas de la mano de su madre. «Mi abuela sabía que mi madre había estado luchando contra la adicción toda su vida (…). Mi madre y yo teníamos más una relación de hermano y hermana y a menudo bebía con ella» declaró el violador convicto, que fue golpeado repetidamente por un novio de su madre. « El abuso sexual podría haber jugado un papel fundamental en su comportamiento », dijo la psicóloga. El primer intento de suicidio llegó a los 14 años, fue entonces cuando le diagnosticaron un trastorno bipolar y ha estado luchando contra la depresión y la ansiedad: « Dice que ya no siente, físicamente, dolor y que usa drogas para no sentir emociones ». El acusado rompió a llorar en varias ocasiones durante el proceso y se atrevió a leer un poema que escribió a su víctima.

La abuela de Ninow, quien escribió una carta de disculpa a la familia de la niña hace 13 meses, instó a las madres que le ayuden a limpiar las calles de droga . Y aunque dijo que haría cualquier cosa para proteger a Ninow, sabía que tenía que ser castigado por lo que había hecho pasar a la niña y a la familia .

El violador está actualmente recluido en una celda individual en la prisión de Kgosi Mampuru en Tshwane , separado del resto de los presos, según el medio local News24. La decisión fue tomada tras realizar una evaluación psicológica que probó que Ninow podría ser una amenaza para sí mismo y que otros reclusos podrían atacarlo debido a su perfil. Ninow dijo que si tenía una condena larga se quitaría la vida.

Violación grupal a una niña

La sentencia de Ninow llega al día siguiente que una niña de 6 años muriera en la provincia de Limpopo como consecuencia de heridas por una violación grupal. Los hechos ocurrieron hace dos semanas y la pequeña estuvo en la UCI del hospital provincial. Uno de los supuestos violadores fue arrestado y comparecerá el jueves.

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