poster Vídeo
El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, y su homólogo británico, Boris Johnson, durante el encuentro que mantuvieron ayer en Bruselas - EFE

La victoria de Trump espolea los planes para crear una estructura militar europea

Los ministros de Exteriores reiteran su deseo de cooperar con la nueva Administración

CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El primer efecto significativo que ha tenido en Europa el sorprendente resultado electoral en Estados Unidos ha sido un también inesperado consenso para reforzar la defensa común de la UE. Los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa aprobaron ayer una declaración que pretende ser la hoja de ruta para la construcción de una estructura militar europea, aunque sea embrionaria, sin apenas reticencias o en cualquier caso muchas menos de las esperadas. En torno a un núcleo duro formado por Francia, Alemania, España e Italia, al que ayer se sumó la República Checa, la Unión Europea reiteró ayer su voluntad de poner en marcha este mecanismo de cooperación reforzada «permanente» entre los países que deseen ir más lejos en este campo.

Los ministros de Exteriores habían sido convocados la víspera por la Alta Representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, para hablar de las consecuencias de la llegada al poder de Donald Trump, y aunque todos los participantes del consejo intentaron minimizar el grado de turbulencias que pueden preverse, es evidente que la decisión de poner en marcha por primera vez en serio un proyecto de defensa europea tiene que ver con las amenazas lanzadas durante la campaña por el presidente electo sobre su desapego hacia la OTAN y sus socios europeos. Oficialmente los Veintiocho siguen confiando en que podrán establecer «una relación muy fuerte con la próxima Administración» estadounidense y pretenden implicarse con la nueva Administración entrante desde las primera semanas de la transición hasta la toma de posesión de Trump el 20 de enero.

El nuevo ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, echó mano de su experiencia diplomática para adelantar que en las relaciones con Washington «nos tendremos que acostumbrar los unos a los otros y los otros a los unos pero después del 20 de enero [la toma de posesión de Trump] estoy seguro de que iniciaremos un camino de cooperación que no impedirá que tengamos una relación provechosa». El titular francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, también en este sentido dijo que «la autonomía estratégica de Europa es algo necesario independientemente de quien sea el presidente de EE.UU» y en todo caso, los avances que se lograron ayer en este campo «no se hubieran podido conseguir en tres días». La nueva ministra española de Defensa, María Dolores de Cospedal, confirmó la voluntad de España de mantenerse en el primer círculo de los países que forman parte de este proyecto.

Por ahora, el proyecto descrito en el documento aprobado ayer sobre el «Plan de puesta en marcha de una estrategia de seguridad y defensa» europeas no prevé ningún modelo de unificación de los ejércitos nacionales ni nada parecido, sino una simple «estructura de mando permanente» que permita planificar y dirigir las operaciones militares conjuntas que se llevan a cabo. El documento aprobado ayer y elaborado por la Alta Representante afirma que este camino hacia las primeras estructuras de la defensa europea debe haber empezado a más tardar en enero. Actualmente hay unas 17 misiones que son dirigidas y coordinadas desde diferentes cuarteles generales. Algunos países, como Gran Bretaña, habían dicho que vetarían cualquier propuesta de este tipo mientras estuvieran dentro de la UE. Ayer, significativamente no se usó este leguaje, aunque sí que se manifestaron ciertas reticencias. El ministro de Defensa Británico dijo que «en vez de pensar en crear costosos cuarteles generales o de soñar con un ejército europeo, lo que los países europeos deben hacer es reforzar su propia defensa».

Dastis con Johnson

En todo caso, el hecho de que 22 de los miembros de la UE sean al mismo tiempo miembros de la OTAN ha sido el principal argumento para que una mayoría de países insistiese en pedir que las futuras estructuras militares europeas no se solapen con las de la Alianza Atlántica que ya existen y funcionan. La novedad es la posibilidad de que el socio mayoritario en la OTAN, Estados Unidos, cambie sus prioridades estratégicas, teniendo en cuenta que el próximo presidente ha declarado claramente que piensa que son «obsoletas» y que solo sirven para que los europeos se ahorren en los presupuestos de defensa a costa de depender de los norteamericanos. El secretario general de la OTAN, Jans Stoltemberg, participa hoy en la continuación de la reunión de los ministros de Defensa, como parte interesada en este debate.

El ministro Dastis se reunió aparte con su colega británico, Boris Jonhson, a petición de este último. Dastis dijo después que había sido un encuentro «agradable» y que le había indicado su predisposición a «mantener una buena relación con España» que es uno de los países más afectados en términos humanos por la salida del Reino Unido de la UE. Respecto a Gibraltar, Dastis explicó que solo se había producido «una mención oblicua» al contencioso pero que ello no significa que el Gobierno haya cambiado de política respecto a la de su predecesor, José Manuel García Margallo. Este había enviado un dosier completo con sus propuestas específicas para aplicar en la soberanía de la colonia en el caso del Brexit y «Johnson lo conoce perfectamente».

Ver los comentarios