Decenas de vecinos de Santoña, Cantabria, han realizado una cacerolada en protesta contra el confinamiento de 14 días que ha impuesto el Gobierno autonómico para frenar los contagios de COVID-19. La incidencia de Santoña se ha disparado hasta las 500 infecciones por cada 100.000 habitantes, con una media en Cantabria de 193. Los vecinos aseguran que el aumento de contagios es debido a los turistas que han visitado la localidad este verano y consideran la medida injusta.- Redacción -
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