Viernes Negro con tres muertos en un tiroteo en una clínica de Colorado

La tranquilidad del fin de semana más familiar del año en Estados Unidos, el que se inició el jueves con el «Thanksgiving day» (Día de Acción de Gracias), se rompió el llamado «Black Friday» (Viernes Negro), el de las compras, después de que un pistolero que no ha sido identificado abriera fuego dentro de la clínica Planned Parenthood (de planificación familiar) de Colorado Spring. En una tarde noche gélida y en la que nevaba abundantemente, al menos tres personas, una de ellas policía de la Universidad de Colorado, murieron, y otras nueve resultaron heridas, cinco de ellas también agentes, como consecuencia de un tiroteo que se prolongó durante cuatro horas, en las que el atacante se mantuvo encerrado dentro del edificio.

Finalmente, los oficiales de Policía lograron convencerle de que se entregara. El policía fallecido fue identificado como Garrett Swasey, perteneciente al cuerpo desde hacía seis años.

La información facilitada inicialmente por las autoridades no despejó las dudas sobre sus motivos para que el sospechoso disparara repentinamente contra empleados del centro. Catherine Buckley, al frente de la operación policial, aseguró que, una vez detenido, no habían logrado saber tampoco si hay algún tipo de conexión con el llamado Planned Parenthood, cuyas clínicas ya han sido atacadas previamente. Según información aportada anoche por la cadena de televisión CNN, desde 1977, año en que se abrieron estos centros de planificación familiar, que incluyen intervenciones de aborto, especialmente para mujeres con pocos recursos económicos, ocho personas han muerto como consecuencia de distintos ataques de lunáticos o radicales contrarios al aborto, según los casos. En otras 17 ocasiones ha habido intentos de asesinatos y en 42 se ha colocado algún tipo de artefacto explosivo.

En las imágenes del vídeo difundido por la página web del diario local «The Denver Post», se aprecia el momento en el que la Policía se lleva detenido a un hombre alto, con gafas y vestido con una camisa blanca.

Las clínicas llamadas Planned Parenthood, que atienden cada año a dos millones de personas en todo el país, se encuentran de nuevo en el centro de la polémica, con críticas de las organizaciones provida y de buena parte de los políticos republicanos han arremetido contra . La reciente difusión de un vídeo grabado con cámara oculta en el que algunos de sus empleados hablaban de la forma que se llevan a cabo los abortos y la gestión de los órganos fetales, ha reavivado la discusión. Los más críticos denuncian que algunos de los centros se llevan a cabo actividades ilegales de tráfico de órganos y tejidos de fetos. Los defensores, incluida la Administración Obama, rechazan esta acusación y sostienen que la práctica de abortos representa tan sólo el 3% de toda la actividad de estas clínicas.

Al término del suceso, el alcalde de Colorado Spring, John Suthers, calificó lo ocurrido de «terrible tragedia», aunque aclaró que «habría sido peor si no se hubiera producido la rápida y eficaz intervención policial».