Valls defiende la prohibición del velo en las universidades para garantizar la «laicidad»

Las declaraciones del primer ministro francés Manuel Valls levantaron este martes la polémica por sus afirmaciones sobre el islam y su «compatibilidad» con el sistema republicano del país vecino. En una entrevista concedida al medio galo «Libération», el político socialista admitió que esa religión puede convivir «la democracia, nuestros valores, la igualdad de los hombres y las mujeres» y pidió «proteger a nuestros compatriotas de cultura o confesión musulmana de la estigmatización, de los actos antimusulmanes». El mandatario también tuvo palabras para el uso del velo, que calificó como una forma de avasallamiento para las mujeres.

«Creo que este velo identitario, político, reivindicado, ocultando a la mujer, pretende negarla», explicó el primer ministro a «Libération». «¿Cómo ignorar que las mujeres sufren en los barrios populares una presión cultural alimentada de sexismo y machismo?», añadió a continuación.

«Hay que ser inflexible en la aplicación de las reglas sobre la laicidad en la enseñanza superior», subrayó, en referencia a una ley que prohíba el uso de esa prenda en esos centros educativos. La intención de legislar sobre su uso en las universidades, expresada en la misma entrevista, ha causado vivas reacciones entre la clase política francesa. Según un artículo publicado en el citado medio, el secretario de Estado de Educación Superior, Thierry Mandon, indicó al respecto: «No hay necesidad de legislar sobre el velo en la universidad. Lo que veo sobre el terreno, lo que me dicen todos los rectores es que no hay ningún problema y que no resulta útil crear un problema donde no existe».

«Hoy en día, la laicidad se enfrenta al aumento del islam radical, pero también al lugar que el islam ocupa en nuestros sociedades. Creo en mi país, en su mensaje y en sus valores universales», afirmó también Valls. En noviembre de 2015, los atentados perpetrados por radicales islamistas en París causaron la muerte de 130 personas. Francia busca ahora soluciones para asegurar la convivencia con la comunidad musulmana y combatir el terrorismo.