Donald Trump Jr., en julio de 2016 durante la convención en que su padre fue proclamado cabdiato republicano AFP

Trump Jr. sabía que la oferta para ayudar a su padre era del Kremlin

Le presentaron a su interlocutora por email como «abogada del gobierno ruso»

Corresponsal en Washington Actualizado: Guardar
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La presunta intromisión del Gobierno ruso en la elección presidencial estadounidense ha alcanzado el nivel más comprometido para el presidente Trump y su entorno de confianza. Por primera vez, sale al descubierto una oferta concreta de información «para perjudicar a Hillary Clinton y para ayudar a Trump», que proviene de «una abogada del Gobierno ruso». Una propuesta que su hijo Donald Jr. atendió expresamente y con expectativas de sacarle partido.

Como si fuera en pequeñas dosis, el mayor de los Trump ha ido dando a conocer en tres días todo lo ocurrido, no sin cambios de versión y novedades que cuestionan su futuro, el del resto de personas de confianza y el del inquilino de la Casa Blanca, bajo la lupa de la investigación de la trama rusa.

Su difusión en Twitter del intercambio de correos electrónicos con Rob Goldstone, el intermediario de confianza que le ofreció la cita, desvela que Donald Jr. era consciente de que Natalia Veselnitskaya representaba al Kremlin. Pese a ello, ante la posibilidad de hacerse con información que «tu padre pudiera utilizar», según le precisa Goldstone, el hijo de Donald Trump responde rápido con otro e-mail: «Me encanta, especialmente con vistas al final del verano (ante la campaña presidencial)».

Las vagas consideraciones y generalidades con las que el mayor de los Trump empezó a afrontar la comprometida información de «The New York Times» se han ido tornando concreciones, en un intento de difundir todo lo que rodeó a la cita celebrada el 9 de junio de 2016, antes de que lo hicieran los periódicos.

En medio del ruidoso silencio de su padre, el presidente, Donald Jr. decidió ayer hacer público el intercambio de correos electrónicos que, durante los días previos a la cita, fue germen del polémico encuentro. Aunque el Kremlin ha salido al paso asegurando no reconocer a Veselnitskaya como una de sus abogadas y no saber nada de la reunión, el hecho es que los correos electrónicos confirman que la propuesta del encuentro de la Trump Tower provenía del Gobierno ruso.

Así lo asevera en sus mensajes Goldstone, un publicista muy bien conectado con influyentes ejecutivos rusos del mundo inmobiliario y al que el hijo de Trump conoció en 2013, en el entorno de los concursos de Miss Universo, que contribuía a organizar desde su empresa de marketing y que ese año tuvo lugar en Moscú: «Obviamente, esta es una información sensible y de muy alto nivel, pero es parte del apoyo de Rusia y su Gobierno al señor Trump».

Sin embargo, la abogada rusa negó ayer su supuesta intención de ofrecer documentos para ayudar a la campaña de Donald Trump. En una entrevista en la cadena NBC, afirmó: «Nunca tuve información sensible o para perjudicar a Hillary Clinton. Nunca fue mi intención tener eso». Y se remitió a la otra parte de la versión de su principal interlocutor en la reunión de la Trump Tower, al asegurar que el contenido de la reunión había versado sobre la llamada Ley Magnitsky, aprobada por el Congreso estadounidense, que cuestiona la situación de los derechos humanos en Rusia, incluida una lista negra de personas que colaboran con el régimen.

Posible arma contra Clinton

Se hablase o no de la citada ley, el hecho es que los correos electrónicos entre Trump Jr. y el mediador Goldstone demuestran que al menos el motivo principal del encuentro se centraba en la posible información que la abogada rusa pudiera tener contra la candidata demócrata y en favor del candidato republicano.

Sebastian Gorka, asesor en la Casa Blanca, desmarcó al presidente Trump de la reunión que mantuvo su hijo con la abogada rusa, al asegurar tajante: «Ni siquiera es miembro de la Administración». En su intento de poner terreno de por medio, el vicepresidente Mike Pence aseguró estar centrado en «llevar a la práctica la agenda del presidente», aunque se curó en salud cuando recordó que él se había incorporado más tarde a la campaña, cuando fue elegido por Trump para completar el ticket presidencial.

Tras el nuevo estallido informativo, Donald Jr. tendrá que comparecer en el Congreso para declarar por lo que el senador Tim Kaine, candidato demócrata a vicepresidente de Estados Unidos, calificó de cambio en la investigación: «Ahora podemos estar hablando de traición».

Ante su comprometida situación, que previsiblemente le llevará también ante el Consejo Especial que dirige el exdirector del FBI Robert Mueller, el hijo de Trump ha contratado los servicios de un abogado.

Las otras dos personas de confianza de Trump que estuvieron en la reunión, Paul Manafort, entonces jefe de campaña, y Jared Kushner, yerno del presidente, están siendo investigados por ambas instituciones.

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