Nada nuevo en el universo Donald Trump: sin mascarilla, eufórico y recuperado. Así se ha mostrado ante el público de Florida. Asegura sentirse tan fuerte que bajaría hasta ese público del mitin de Florida y repartiría besos. Esa audiencia a la que se dirige predica con su ejemplo, prácticamente nadie se tapa la boca y la distancia de seguridad brilla por su ausencia. Según la Casa Blanca, el Presidente habría dado negativo en pruebas recientes de coronavirus, un resultado que recarga sus pilas. Vuelve a burlarse de su rival, de Joe Biden, por sus medidas de prevención frente al virus. Tampoco parece muy consciente de la situación su jefe de gabinete; para atender a los medios empieza bien, con distancia, pero pretende hablar sin mascarilla. No entiende la reacción de los periodistas y se marcha indignado. Contrasta la imagen con esta otra: Biden en Ohio, en uno de los mitines más atipicos. El público asiste desde sus coches que guardan incluso la distancia mínima.
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