«La sede del Sebin es un lugar tenebroso»

Los reporteros de Efe detenidos por la Policía política de Maduro relatan a ABC su experiencia

De izquierda a derecha, Gonzalo Domínguez, Mauren Barriga y Leonardo Muñoz ABC

YMARÚ ROJAS

Hacer periodismo en Venezuela se ha convertido en una tarea de alto riesgo. El miércoles pasado tres periodistas de la agencia Efe fueron detenidos por el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y la policía política del régimen de Nicolás Maduro. Horas anteriores trascendió que dos periodistas chilenos y dos franceses estuvieron en la misma situación.

Mauren Barriga y Leonardo Muñoz , de nacionalidad colombiana, y Gonzalo Domínguez , español, llegaron a Venezuela el 17 de enero para cubrir la crisis del país suramericano en vísperas de la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino. Los funcionarios sorprendieron a Muñoz, quien se encontraba en Altamira, al este de Caracas, fotografiando la fachada de la Contraloría. Casi a las 12 del mediodía (hora venezolana) estaba siendo trasladado al Helicoide, sede del Sebin y donde se encuentra «La Tumba», conocido como un lugar de encierro y con condiciones infrahumanas.

Muñoz confesó a ABC que su mayor preocupación era estar incomunicado, pues no le permitieron llamar a sus compañeros o familiares. Sin embargo, entendió que tenía que respetar el trabajo de las autoridades venezolanas, a su juicio era un procedimiento de rutina «y había que tener paciencia». Mientras tanto la tensión aumentaba en el resto del grupo. Barriga y Domínguez agotaron las vías de comunicación y nunca lograron contactar a Muñoz.

Pasadas las 10 de la noche ambos acordaron regresar al hotel donde se hospedaban. Al llegar se dieron cuenta de que un grupo de funcionarios con armas largas los esperaban en el lobby. Barriga de inmediato avisó, a escondidas, de la situación a la delegada de la agencia en Caracas, Nélida Fernández, pero fue descubierta por los efectivos y le explicaron que los tres serían sometidos a preguntas y a un procedimiento de rigor.

Los periodistas indicaron que antes de llevarlos al Helicoide, los funcionarios les pidieron recoger sus pertenencias y les negaron cualquier posibilidad de contactar a sus embajadas o abogados . Pero el Sebin ya había pasado por sus habitaciones y tomado sus pasaportes. Indicaron que en ningún momento hubo malos tratos.

Ninguno de los tres había viajado a Venezuela a cubrir el conflicto político y social que se desató en el país desde la llegada de Maduro en 2013. Sin embargo, aseguraron que están convencidos de que «en este trabajo, y más cuando estás en la calle, uno está expuesto (…) pero nunca estás preparado para esto», dijo Muñoz.

«Yo sí pensaba que podría suceder algo pero no de esa magnitud. Yo pensaba que nos podrían detener, estar cinco o seis horas detenidos. Nunca pensé que sería uno de los periodistas en entrar al Helicoide… y salir», precisó por su parte Domínguez.

Muñoz estuvo aproximadamente 24 horas detenido, los otros dos estuvieron la mitad de ese tiempo. Los tres, y un motorista que acompañaba al periodista colombiano, estuvieron esposados en un pasillo oscuro, sin entrada de luz solar . «El lugar es lúgubre, es tenebroso» describió Domínguez. Los cuatro detenidos fueron sometidos a preguntas por largas horas. «Las preguntas iban y venían. Nos tomaron fotos en todos los ángulos. Yo estaba cansada», dijo la corresponsal de Colombia.

Después de estar tantas horas detenidos y sin entender el porqué de la situación, fueron enviados a la oficina de migración de Caracas. En el lugar los funcionarios se disculparon y fueron liberados. Barriga regresa a Colombia mañana, porque, confesó, necesita ver a sus hijas y a su familia. Domínguez y Muñoz tienen vuelo para el próximo 7 de febrero.

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