Tres mujeres batallarán por la alcaldía de París

Dos de la candidatas son hijas de inmigrantes españoles y marroquíes

La alcaldesa titular de París, Anne Hidalgo, en un evento de campaña en las afueras de París EFE

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La batalla de París será la más preciada de las joyas de la corona de las próximas elecciones municipales del 15 y el 22 de marzo , con tres primicias históricas. Por vez primera en la historia electoral de Francia, la alcaldía de la capital solo está al alcance de tres mujeres. Los hombres quedan muy atrás y sin posibilidades de ganar en esa batalla estratégica.

Así mismo, dos de las tres candidatas con posibilidades de ganar son hijas de emigrantes: Anne Anne Hidalgo (60 años), hija de emigrantes españoles, de la provincia de Cádiz; y Rachida Dati (54 años), hija de emigrantes magrebíes.

También, por primera vez, la batalla de París será la matriz del futuro paisaje político nacional, gane quien gane.

Desde hace un año, Hidalgo (socialista) era la candidata favorita en todos los sondeos, presentada como ganadora virtual. Los sondeos de las últimas horas anuncian la posible victoria de Dati, presentada como «heredera» política de Nicolas Sarkozy, con mucho futuro político personal.

Escándalo Griveaux

Benjamin Griveaux nunca llegó a despegar como candidato de Emmanuel Macron y su partido, La República en marcha (LREM). Tras su dimisión precipitada, debido a la revelación de vídeos porno muy íntimos , el presidente de la República decidió presentar como candidata a la alcaldía a su exministra de Sanidad, Agnès Buzyn (57 años), una señora con mucho «trapío». Según los últimos sondeos, posteriores al porno escándalo Griveaux y el lanzamiento de la apresurada campaña de Buzyn, solo la candidata conservadora continúa creciendo.

Rachida Dati, exministra de Justicia de Nicolas Sarkozy, tiene hoy un 25% de intención de voto. Los especialistas valoran la tendencia, a la alza. A veintitrés días de la primera vuelta, nada está ganado para nadie, pero la eficacia aparente de la campaña en curso puede tener un alcance político nacional.

Los Republicanos (LR, el partido de la derecha tradicional) siguen «huérfanos» de Sarkozy. Un buen resultado de Dati la convertiría en líder emergente, con posibilidades de un puesto creciente en el nuevo paisaje político nacional. Primicia igualmente histórica: la derecha francesa liderada, en París y en buena parte de Francia, por la hija de un albañil marroquí y una madre argelina, iletrada.

Con un 23% de intenciones de voto , Anne Hidalgo, alcaldesa en funciones, es la última esperanza de un Partido Socialista (PS) hundido en una de las crisis más graves de su historia. Su reelección la convertiría en la figura más eminente y poderosa de un PS en busca de liderazgo. Su derrota agravaría las crisis socialistas.

Como cabeza de lista de LREM, el partido de Macron, Agnès Buzyn apenas tiene dos semanas cortas para imponerse y terminar a la cabeza. Mujer brillante, parisina de nacimiento, con una vida sentimental y familiar razonablemente intensa, Buzyn tiene la responsabilidad de salvar el honor del partido del presidente, víctima de una cierta crisis de identidad. Vaya usted a saber.

El resto de los candidatos a la alcaldía de París solo pueden aspirar a figurar de manera honorable, aunque pueden ser esenciales, quizá, para elegir a la futura alcaldesa, en caso de la ausencia de una mayoría clara a su favor.

David Belliard, candidato ecologista, tiene un 14% de intención de voto. Resultado potencial muy honorable, pero insuficiente para ocupar un puesto determinante en la futura alcaldía.

Danielle Simonnet, candidata de Francia Insumisa (FI, extrema izquierda populista), solo tiene un 7% de intención de voto. Resultado que roza la mediocridad, sin gloria. Mientras que Cédric Villani (disidente del partido de Macron) y Serge Federbusch (extrema derecha) se cotizan entre el 7 y el 4% de intención de voto. Resultados marginales de cierto alcance político.

Aspiración nacional

Agrupación Nacional (AN, extrema derecha, ex FN, Frente Nacional), el partido de Marine Le Pen, aspira a ser un gran partido nacional. Las elecciones municipales confirmarán sus buenos resultados muy localizados, en algunas regiones, pero… sin implantación nacional verdadera, sin presencia significativa en París , la capital del Estado.

A tres semanas de la primera vuelta, todas las radiografías electorales anuncian un estancamiento o retroceso de todas las izquierdas, con amenazado liderazgo socialista (Hidalgo). Derecha (Dati) y centro (Buzyn) se consolidan como fuerzas hegemónicas, víctimas de sus divisiones y enfrentamientos, cuando las extremas izquierdas y extremas derechas populistas, se confirman como fuerzas estables con vocación «desestabilizante».

Sea cual sea el resultado de la batalla de París, está llamada a influir en la recomposición en curso del paisaje político nacional.

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