Tres cuartas partes de la población de Yemen necesitan asistencia humanitaria o protección debido a la guerra

Cerca del 70% de la entrada de ayuda humanitaria está amenazada por la ofensiva sobre la ciudad portuaria de Al Hudeida

Ocho de las 21 gobernaciones entrarán en fase de emergencia alimentaria el próximo mes, según previsiones de La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

Proporción y personas subalimentadas en Asia Occidental Belén García-Pozuelo

Belén García-Pozuelo

Tres años y seis meses de guerra , y una situación calificada por Naciones Unidas como « la peor crisis humanitaria del mundo ». Este es el estado en el que se encuentra Yemen. Su población es de 29.141.245 habitantes, de los cuales « más de 22 millones necesitan asistencia humanitaria o protección », denunció en mayo Mark Lowcock, subsecretario general de asuntos humanitarios y coordinador de emergencia de Naciones Unidas.

Este país de la Península Arábiga tiene el porcentaje más alto de personas que padecen una dieta alimentaria insuficiente o prevalencia de subalimentación, así queda reflejado en el mapa elaborado con los datos del informe que presentó este mes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En él se indica que el 34,4% de la población yemení sufrió entre 2015 y 2017 «carencia crónica de alimentos» , siendo nueve millones y medio de personas las afectadas por una subalimentación agravada por la guerra, la climatología y las dificultades para la entrada de ayuda humanitaria.

Sobre esto último avisó la organización no gubernamental, Save The Children : « El 64,5% de la población no sabe de dónde vendrá su próxima comida », Yemen está ante una «hambruna devastadora» que pondría «en riesgo» a más de 5,2 millones de menores , un millón más de niños corren este peligro por los ataques sobre Al Hudeida, informó la organización.

Asedio sobre Al Hudeida

La ciudad de Al Hudeida es vital para la población, ya que cuenta con uno de los puertos clave para la entrada de ayuda humanitaria . Sin embargo, al comenzar en junio una ofensiva de la Coalición Árabe sobre la ciudad , Naciones Unidas advirtió de la posibilidad de que se produjera una hambruna.

Según la ONU, a través de los puertos de Al Hudeida y Saleef, entra «el 70% de toda la asistencia humanitaria y casi todas las reservas comerciales de alimentos para el norte de Yemen». Pero ambos enclaves están controlados por los hutíes, milicia tribal enfrentada a las fuerzas progubernamentales que respalda la Coalición: «Lo que está ocurriendo en Yemen no es nuevo, el bloqueo como arma de guerra , al final lo que están buscando los saudíes y sus aliados es que se produzca una especie de levantamiento interno contra los propios hutíes y para ello lo que hacen es presionar así a la población local », explica Mikel Ayestaran , corresponsal de ABC en Jerusalén.

Después de una convocatoria de paz fallida y una tregua de 11 semanas, el pasado 17 de septiembre las tropas leales al presidente Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, volvieron a lanzar una operación militar sobre la ciudad portuaria de Al Hudeida, lo que hizo saltar las alarmas: « Cientos de miles de vidas penden de un hilo en la ciudad . La situación se ha deteriorado dramáticamente en los últimos días», dijo la coordinadora humanitaria de la ONU en Yemen, Lise Grande, «las familias están absolutamente aterrorizadas por los bombardeos y los ataques aéreos ».

Miembros de la coalición liderada por los saudíes en Yemen, se reúnen a las afueras de la ciudad de Al Hudeida Najeeb Almahboobi (EFE)

Las ofensivas sobre esta ciudad llevadas a cabo por la Coalición que lidera Arabia Saudí, «han golpeado casas, granjas, ganado, negocios, caminos, instalaciones de agua y un molino de harina», informó Naciones Unidas, que se muestra «especialmente preocupada» por la fábrica de Red Sea que conserva alimentos y agua «suficientes» para abastecer a «3,5 millones de personas durante un mes. Si las fábricas son dañadas el costo humano será incalculable ». Pero la población yemení ya se enfrenta a la imposibilidad de acceder a productos de primera necesidad debido a la pérdida del poder adquisitivo dentro de un país económicamente destrozado .

«Aunque hay suministros de comida en el mercado por ahora, las familias son incapaces de pagar incluso las cosas más básicas , como pan, leche o huevos», dice Save the Children en un comunicado. Desde que comenzó la guerra en 2015 los precios de los alimentos básicos, el gas y la gasolina han aumentado un 68% . Un incremento que fue acompañado, en el mismo periodo, de la depreciación del 180% del rial yemení .

Epidemias e «incapacidad» de la ONU

A la guerra que asola el país hay que sumar la extrema climatología que «amenaza con menoscabar y revertir los avances realizados en la erradicación del hambre y la malnutrición», apunta el informe de la FAO . Las temporadas de lluvias y los periodos secos del Yemen afectan a la producción de alimentos y hacen peligrar la vida de millones de personas .

En los dos últimos meses de este año todas las gobernaciones de la república, excepto Abyan y Al Mahrah , se encuentran en crisis alimentaria , situación caracterizada por «altos niveles de desnutrición» donde «apenas se pueden satisfacer necesidades alimentarias mínimas», según explica la ONU en su Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases . Las previsiones son poco alentadoras. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional estima que ocho de las 21 gobernaciones entren en la fase de emergencia a partir de octubre de 2018, con unos «niveles muy elevados de desnutrición aguda y mortalidad excesiva».

Evolución de la severidad de la seguridad alimentaria, de agosto de 2018 a enero de 2019 Belén García-Pozuelo

Las lluvias hacen que «los brotes de enfermedades transmitidas por el agua sean más probables» y la rápida propagación de afecciones, como el cólera, se ven favorecidas por la carencia de agua potable, un bien que depende de infraestructuras y sistemas de saneamiento que en Yemen están «destrozados» por la guerra . Este año la ola de cólera que comenzó en abril dejó 2.119 muertes y 745.205 «casos sospechosos», según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, miles de yemeníes afectados no pueden recibir la ayuda necesaria para combatir la enfermedad. Antes de que comenzara la ofensiva sobre Al Hudeida, hubo sucesivos bloqueos sobre la ciudad y la prohibición de suministros para afrontar al calificado por UNICEF como « el peor brote de cólera del mundo », estaba vigente. «Los suministros humanitarios clave, incluyendo los a rtículos necesarios para abordar el brote de cólera, permanecen en la lista prohibida de importaciones », denunció en mayo el director general para Oriente Medio de Naciones Unidas, Geert Cappelaere. El pasado año la ONU documentó en Al Hudeida 44 «incidentes de denegación de acceso humanitario » de una forma «que contradice los principios humanitarios », en palabras del coordinador de emergencia de la ONU, Mark Lowcock.

Un niño yemení está rodeado de residuos y desechos, entorno de alto riesgo para el cólera Yahya Arhab (EFE)

El derecho internacional humanitario está regulado por Naciones Unidas mediante diferentes Resoluciones en las que se pide la garantía del suministro de asistencia, incluida la médica , pero «a nivel práctico se necesita que alguien sea capaz de implementar este tipo de decisiones porque la ONU no puede, no tiene capacidad », explica Mikel Ayestaran.

Mediante el Mecanismo de Verificación e Inspección de las Naciones Unidas para Yemen (UNVIM) , l a ONU inspecciona los artículos comerciales y la ayuda humanitaria que llegan a las ciudades portuarias de Al Hudeida y Saleef para evitar la entrada de armas. También informa a la Coalición liderada por los saudíes sobre las «ubicaciones […] y movimientos humanitarios con el objetivo de garantizar las actividades humanitarias », pero a pesar de las resoluciones, controles y comunicaciones, se producen bloqueos totales o parciales que impiden y peligran la entrada de ayuda humanitaria. ¿Cuál es el motivo? « Naciones Unidas no tiene fuerza ni en Yemen, ni en Palestina ni en Siria […] en el mundo ideal debería ser capaz de implementar sus resoluciones, en el mundo real lamentablemente no porque no hay voluntad política », responde Mikel Ayestaran.

«No son un objetivo»

Los niños y civiles, sus infraestructuras y hospitales « no son un objetivo ». Este es el llamamiento de organizaciones médicas y humanitarias que trabajan en el terreno, como Médicos Sin Fronteras o Cruz Roja y Media Luna Roja . «Hoy en día la totalidad de los niños en Yemen se enfrentan a graves necesidades humanitarias» y 66.000 mueren anualmente por «enfermedades prevenibles» , señalan desde Naciones Unidas.

Ante estas tragedias los pequeños son los más vulnerables . Cuando empezó la guerra en 2015 la desnutrición aguda grave afectaba a 200.000 menores , desde entonces los casos se han « duplicado », apuntan los líderes humanitarios. La subalimentación hace que los pequeños yemeníes sufran retraso en el crecimiento y emaciación , un adelgazamiento patológico que provoca una disminución excesiva del peso corporal respecto a la estatura.

Yemen es el país de Asia Occidental con el mayor número de niños afectados por ambos problemas . El 46,5% de los menores de cinco años padecen retraso en el crecimiento, el 16,3% emaciación, según datos de 2017 del último informe de la FAO. Asimismo, desde que empezó la contienda hasta agosto de 2018, más de 2.400 niños murieron y 3.600 quedaron mutilados o fueron heridos , reflejan los datos de UNICEF.

El paisaje ha cambiado. Lo que antes eran colegios ahora se utilizan con fines militares o son centros de acogida de personas desplazadas. Otros han quedado reducidos a escombros . Naciones Unidas pudo verificar que 2.500 escuelas «ya no sirven como centros educativos» y, «en comparación con hace tres años, medio millón más de niños no pueden ir a la escuela […] dejándolos más expuestos a riesgos de reclutamiento por grupos armados y otras violaciones de sus derechos».

Detrás de parte de las muertes y del drama de los reclutamientos se esconden falsas promesas . Menores engañados, atraídos por unas palabras que prometen mejoras económicas o del estatus social. 2.318 niños fueron reclutados , todos ellos varones, entre el 26 de marzo y el 31 de diciembre de 2017 , según constató la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH). Un número que podría ser «mucho más elevado» porque «la mayoría de familias no quieren hablar del reclutamiento de sus hijos por miedo a las represalias», advirtió Ravina Shamdasani, portavoz de la OACDH.

«Cuando las bombas caen sobre las calles de la ciudad cuando la electricidad, el agua, los sistemas de salud son destruidos cuando las importaciones son bloqueadas, un país es puesto de rodillas», escribe Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de Cruz Roja: « Esto es Yemen hoy ».

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