Tras el rechazo al acuerdo del Brexit por el Parlamento británico: ¿y ahora qué?

Reino Unido tiene hasta el próximo 12 de abril para buscar una solución alternativa

Theresa May interviene esta semana en la Cámara de los Comunes Afp

Manuel Trillo

El Parlamento británico ha rechazado este viernes por tercera vez el acuerdo que alcanzó Theresa May con Bruselas para la salida del Reino Unido de la UE. Según lo establecido el pasado 21 de marzo por los otros 27 miembros de la UE, en caso de que el plan de salida hubiese obtenido el respaldo de la Cámara de los Comunes, la fecha del Brexit se retrasaría de este 29 de marzo al 22 de mayo, mientras que si no lo apoyaba, como ha sido el caso, sería el 12 de abril .

Este viernes se ha sometido a votación solo el llamado acuerdo de «divorcio», mientras que los diputados se tendrían que pronunciar más adelante sobre la declaración política que lo acompaña.

Estos son ahora los posibles escenarios:

Búsqueda de una alternativa. Aunque la Cámara haya rechazado el Acuerdo, eso no significa que ya no haya posibilidades de lograr un Brexit con acuerdo. Reino Unido tendrá tiempo aún hasta el próximo 12 de abril para solicitar otro posible aplazamiento de la fecha de salida y tratar de negociar así un nuevo plan o decidir finalmente retirarse sin acuerdo. Los diputados podrían votar este lunes posibles planes alternativos para ver qué camino tomar.

Renegociación y nuevo retraso. Una posibilidad sería que la primera ministra trate de negociar un acuerdo del Brexit completamente nuevo, aunque la UE ya ha dejado claro que este es el mejor y el único acuerdo posible. Además, eso supondría previsiblemente un nuevo retraso de la fecha del Brexit y que Reino Unido tuviera que participar en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 26 de mayo.

Brexit sin acuerdo. Es posible también un Brexit sin acuerdo. De hecho, si el Parlamento no llega a adoptar en las próximas semanas ninguna decisión, la opción por defecto sería una salida de la UE sin acuerdo el próximo 12 de abril.

Nuevo referéndum. Entre las opciones que se podrían plantear esta la convocatoria de un nuevo referéndum, en la línea de lo que reclamaron cientos de miles de personas el fin de semana pasado en Londres y lo que pide una parte importante de la Cámara. Pero esta opción, sin embargo, no es automática, sino que requiere la aprobación de una serie de pasos previstas en la ley de partidos, elecciones y referendos del año 2000 y habría que aprobar las reglas de la nueva consulta.

Elecciones anticipadas. Si el bloqueo persiste, Theresa May podría decidir llamar a los británicos a unas elecciones generales anticipadas. No obstante, la primera ministra no tiene competencia para convocar los comicios, sino que tendría que solicitar al Parlamento votar el adelanto electoral, de acuerdo con la legislación. Para aprobar esa decisión, tendrían que respaldarla dos tercios de los diputados.

Voto de no confianza. Los diputados podrían someter a la primera ministra a un voto de no confianza para determinar si el Parlamento desea que el actual gobierno siga al frente. En caso de que la moción saliera adelante, se abriría un plazo de dos semanas para que el actual gobierno u otro gobierno alternativo se ganara la confianza de la Cámara y, si no lo logra, se convocarían elecciones anticipadas.

Marcha atrás del Brexit. Como resultado del callejón sin salida en que se ha metido el Reino Unido, una opción drástica sería revocar la aplicación del artículo 50 del Tratado de Lisboa y paralizar el Brexit. El Tribunal de Justicia de la UE ya determinó que sería legal esa revocación unilateral por parte de Londres, sin necesidad de que den su consentimiento los otros 27 países comunitarios. Pero, dado el compromiso del gobierno y de la mayoría de la Cámara para sacar al país de la Unión, esta parece la última opción antes de que se agoten las anteriores.

Si la Cámara hubiera apoyado el Acuerdo

El gobierno de Theresa May consideraba que, si el pacto de divorcio hubiese recibido el respaldo mayoritario de la Cámara, se habrían cumplido las condiciones establecidas por la UE para retrasar al 22 de mayo la fecha de salida. Sin embargo, la legistación británica establece que para ratificar el Acuerdo de Salida es necesario aprobar también la declaración política, que tendría lugar en un voto aparte más adelante.

Además, este resultado habría tenido una consecuencia directa para la primera ministra, ya que se comprometió a dimitir en caso de que el Parlamento aprobara el acuerdo.

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