Tensión en Myanmar: el ejército despliega vehículos blindados frente a miles de manifestantes

Pese a las advertencias de los militares, una huelga de funcionarios paraliza vuelos y trenes

Un monje budista muestra un cartel contra el golpe militar ante un vehículo blindado en Rangún Reuters

ABC

Las fuerzas de seguridad abrieron fuego este domingo en Myanmar para dispersar a los manifestantes concentrados ante una planta eléctrica, y vehículos blindados fueron desplegados en las grandes ciudades del país en la novena jornada de protestas contra el golpe de Estado militar del pasado 1 de febrero , con cientos de miles de personas en las calles, según la agencia Reuters.

Junto con las manifestaciones multitudinarias, los gobernantes militares se enfrentaban a una huelga de empleados públicos, que forma parte de un movimiento de desobediencia civil contra la asonada que derrocó el gobierno civil liderado por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi .

En las centrales energéticas del estado de Kachin, en el norte, fueron desplegados soldados para hacer frente a los manifestantes, algunos de los cuales afirmaron que el ejército estaba tratando de cortar la electricidad.

Los efectivos de las fuerzas de seguridad dispararon para disolver la protesta en el exterior de una de las plantas en la capital de Kachin, Myitkyina, según se apreciaba en imágenes de una emisión en directo a través de Facebook, si bien no estaba claro si se trataba de pelotas de goma o munición letal. Dos periodistas de ‘The 74 Media’, que estaban transmitiendo en vivo desde el lugar del enfrentamiento, fueron detenidos junto con otros tres periodistas, indicó en Facebook ese medio.

A la caída de la tarde, vehículos blindados hicieron su aparición en la capital comercial del país, Rangún (o Yangón), así como en Myitkyina y en Sittwe, capital del estado de Rakhine, según imágenes de medios locales difundidas a través de internet. Se trata del primer despliegue a gran escala de este tipo de vehículos desde el golpe. Ni el Gobierno ni el ejército hicieron comentarios, informa Reuters.

Diversas embajadas occidentales, incluyendo la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá y otros once países, emitieron una declaración ayer en la que llamaban a las fuerzas de seguridad a «abstenerse de emplear la violencia contra manifestantes y civiles, que están protestando contra el derrocamiento de su gobierno legítimo».La Embajada de EE.UU. en Myanmar había urgido previamente a los ciudadanos de ese país a buscar refugio, mencionando informes sobre movimientos militares en Rangún, al tiempo que alertaba de la posibilidad de interrupciones en las telecomunicaciones durante la noche, entre la una de la madrugada y las nueve de la mañana.

Controladores aéreos detenidos

La nueva Administración de Joe Biden impuso sanciones a Myanmar el pasado jueves al presidente interino y otros oficiales militares y advirtió a los generales de que podría haber más castigos económicos como respuesta de Washington al golpe. El Departamento del Tesoro indicó que había dirigido sus medidas contra ocho personas, incluyendo el ministro de Defensa, tres empresas del sector del jade y las gemas, y que actualizó las sanciones a los cabecillas.

Mientras, el Departamento de Aviación Civil informaba de que buena parte del personal había dejado de ir a trabajar desde el 8 de febrero, causando retrasos en los vuelos internacionales . Añadía, además, que el pasado jueves habían sido detenidos cuatro controladores aéreos, y no se había vuelto a saber de ellos desde entonces.

Un piloto, que pidió el anonimato ante el temor a represalias, aseguró que cientos de trabajadores del departamento estaban haciendo huelga. Precisamente, efectivos militares estaban rodeando anoche el aeropuerto internacional de Rangún, apuntó.

Así mismo, los trenes dejaron de circular en distintas regiones del país después de que el personal se negara a ir a trabajar, de acuerdo con medios locales, mientras que las fuerzas armadas desplegaron soldados a las plantas eléctricas , donde se enfrentaron a multitudes enardecidas.

La junta militar ha ordenado a los funcionarios regresar a sus puestos, amenazando con tomar medidas y el ejército, que se atribuyó poderes para realizar arrestos y registrar propiedades privadas, estaba llevando a cabo numerosas detenciones nocturnas.

Sin embargo, cientos de trabajadores ferroviarios hicieron oídos sordos a las advertencias y se unieron a los manifestantes en Rangún, incluso a pesar de que la Policía acudió a su complejo de viviendas a las afueras de la ciudad para exigir su vuelta al trabajo. Los agentes se vieron forzados a abandonar el lugar ante el rechazo de las numerosas personas indignadas que se congregaron, informó ‘Myanmar Now’.

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