Un grupo de eritreos demandantes de asilo a su llegada a Suecia
Un grupo de eritreos demandantes de asilo a su llegada a Suecia - AFP

Suecia impone controles en sus fronteras

El país escandinavo afirma estar desbordado por la llegada de refugiados

COPENHAGUE Actualizado: Guardar
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A partir de las doce del mediodía de hoy, Suecia ha impuesto controles en sus fronteras del sur, desde donde se produce el mayor flujo de refugiados. La medida, anunciada por el ministro del Interior, Anders Ygeman, se ha establecido para un periodo limitado de días aunque no se descarta que se amplíe hasta que el país pueda garantizar la llegada de refugiados de una manera organizada.

La introducción de controles fronterizos implica que los refugiados que llegan a Suecia por barco, tren o por carretera, tendrán tres opciones: volver al país desde el que intentan entrar, pedir asilo en Suecia, o, para los que buscan atravesar el país para establecerse en Finlandia o Noruega, encontrar otra ruta. El director de la Agencia de Migración de Suecia, Mikael Hvinlund, explicó en una rueda de prensa que su departamento ha pedido estos controles ya que no dan abasto.

“Ya no podemos garantizar un techo”, dijo.

Aún no se sabe cómo afectará la medida a miles de personas que diariamente atraviesan el puente de Oresund que une Copenhague (Dinamarca) con la ciudad de Malmoe (Suecia) para trabajar en el país vecino. “Depende de lo exhaustivos que sean los controles. Estamos trabajando con la policía y esperamos que todo suceda de la mejor manera”, ha indicado Sanna Holmqvist, portavoz de la la compañía que lo gestiona. Los ferries que llegan a Suecia también controlarán los documentos de identidad de los pasajeros antes de salir.

La coalición de centro izquierda del gobierno sueco de Stefan Löfven está sufriendo fuertes ataques de los partidos de la oposición ya que consideran que la medida es insuficiente y la situación insostenible. Suecia es uno de los países europeos que está sometido a una mayor presión en la crisis de refugiados y se calcula que serán 190.000 personas las que llegarán a lo largo de este año, el doble de las que se habían calculado inicialmente. Solo la semana pasada recibió 10.201 peticiones de asilo, comparadas con las 9.793 de Dinamarca en los nueve primeros meses del año.

Dinamarca también se verá afectada por la decisión, ya que se ha convertido en lugar de paso para los refugiados que prefieren la política de asilo de Suecia. De momento, no se han tomado medidas inmediatas a la espera de que el viernes se voten en el Parlamento nuevas normas más estrictas con la inmigración. En cualquier caso, el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, ha manifestado que no pondrá controles en sus fronteras y que no cree que la iniciativa sueca sea una presión del país vecino para que Dinamarca aplique una política más generosa.

Los controles de fronteras que se inician este jueves podrían, de hecho, aumentar el número de refugiados que buscan asilo en el país, ya que muchas personas que lo atravesaban para llegar a Finlandia o Noruega ahora se verán forzadas a presentar su solicitud en Suecia por miedo a ser devueltos a países menos favorables.

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