África

Sudáfrica afronta una nueva oleada xenófoba

El presidente ha confirmado la muerte de 10 personas y hay más de 400 detenidos por los disturbios

Una mujer camina durante disturbios en Pretoria AFP

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Sudáfrica está viviendo un nuevo «capítulo oscuro» debido a una oleada de ataques contra inmigrantes y sus negocios. Al menos 10 personas han muerto y más de 400 han sido detenidas desde el domingo por disturbios y saqueos a tiendas de extranjeros en distintos barrios de Johannesburgo. Las tensiones no solo se han vivido en la ciudad más poblada del país si no también en su capital administrativa, Pretoria. El gobierno de la provincia de Gauteng, donde se encuentran ambas metrópolis, ha propuesto sacar al ejército a la calle para hacer frente a estos episodios violentos, una medida que de momento el gobierno ha descartado.

Tiendas saqueadas, quema de vehículos y escombros de las batallas entre policías y grupos locales son el resultado de las últimas protestas violentas que han avivado la inseguridad en determinados barrios de Johannesburgo. Los disturbios comenzaron el domingo cuando un edificio en el Distrito Comercial Central de Johannesburgo se incendió y colapsó, matando al menos a tres personas. Al día siguiente, la policía disparó gases lacrimógenos, balas de goma y granadas de aturdimiento en un intento por calmar los disturbios que se extendieron al barrio de Jeppestown. Tal fue la situación de inseguridad que los Servicios de Emergencias de Johannesburgo tuvieron que retirarse por temor a ser agredidos. Este tipo de violencia estalla esporádicamente en la «Nación Arcoíris», pero esta vez está siendo especialmente violenta en algunas áreas de Johannesburgo como Alexandra , un township situado a tan solo cinco kilómetros de Sandton, el centro financiero y donde se encuentra la milla de oro de África.

Mientras que para algunos la alta tasa de desempleo (que ronda el 28%) y la pobreza generalizada son los posibles desencadenantes de los recientes disturbios y ataques a inmigrantes, para otros es «simplemente» una combinación de xenofobia y violencia «sin sentido» . Algunos asaltantes dicen que quieren limpiar las calles de delincuencia y drogas, otros residentes solo piden que se deporte a los inmigrantes indocumentados.

Lo que parece claro que estos disturbios son en gran medida un problema de inmigración . Sudáfrica es un importante destino para los inmigrantes de la región del sur de África que buscan su oportunidad, muchos de los cuales provienen de Lesotho, Mozambique, Zimbabwe y también de Nigeria. La inmigración a Sudáfrica desde el resto del continente africano y partes del sudeste asiático repuntó a principios de la década de 1990 , tras el fin del régimen del apartheid y con el auge económico. Sin embargo, en los últimos años, se ha convertido en un tema delicado debido a los ataques contra los inmigrantes y una cierta represión gubernamental. En 2015, al menos siete personas fueran asesinadas por disturbios parecidos a los actuales y la cifra aumentó hasta los 60 muertos tras los altercados en todo el país en 2008 .

¿Actos xenófobos o criminalidad?

La policía ha descrito los actos de violencia como puramente criminales . El ministro de policía del país, Bheki Cele, dijo que «la criminalidad y no la xenofobia» están detrás de la «violencia sin sentido» de los últimos días. «[La xenofobia] se usa como una excusa (…). Nada ha provocado ningún tipo de conflicto entre los sudafricanos y los extranjeros», dijo Cele a los periodistas después de visitar el Distrito Central de Negocios de Johannesburgo. Sin embargo, el primer ministro de la provincia de Gauteng, David Makhura, dijo durante una inspección del daño en Alexandra que había un claro «sentimiento xenófobo» subyacente a los ataques.

Por su parte, el presidente del país Cyril Ramaphosa, quien condenó la violencia tres días más tarde de que se desatara , dijo en un video publicado en Twitter que «atacar a empresas dirigidas por ciudadanos extranjeros es totalmente inaceptable». Ramaphosa dijo el martes que « no puede haber justificación para que ningún sudafricano ataque a personas de otros países » y pidió que la violencia se detenga de inmediato. « Somos una nación fundada en los valores de Ubuntu (humanidad) según lo propuso nuestro padre fundador, el presidente Nelson Mandela , ... siempre debemos resistir la tentación de ser abrumados por el odio ", dijo el martes el vicepresidente David Mabuza.

Los partidos de oposición condenaron la violencia y aprovecharon para señalar al partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés). « Los sudafricanos están asustados y carecen de una esperanza real para el futuro », dijo Mmusi Maimane, líder de la Alianza Democrática. «Estamos viendo el colapso económico y social en acción, y las protestas violentas generalizadas, el saqueo, la destrucción de la propiedad y la anarquía general», continuó el líder de la oposición.

Nigeria dispuesta a tomar «medidas definitivas»

Esta crisis ha provocado una serie de reacciones también fuera del país. El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, expresó el martes su «descontento por el trato a sus ciudadanos" y describió la situación como «anarquía ». Además, anunció que mandaría a un enviado especial para que se reuniera con Ramaphosa con el objetivo de garantizar la «seguridad de las vidas y propiedades de los ciudadanos nigerianos». El ministro de Asuntos Exteriores nigeriano, Geoffrey Onyeama, prometió además tomar «medidas definitivas».

Por su parte, la embajada de Etiopía en Sudáfrica ha aconsejado a sus ciudadanos que cierren sus negocios hasta que se calmen las cosas. Mientras tanto, el ministerio de transporte de Zambia ha recomendado a los conductores de camiones que «eviten viajar a Sudáfrica hasta que mejore la situación de seguridad», tras la huelga nacional del domingo en la que camioneros sudafricanos cortaron carreteras e incendiaron vehículos extranjeros.

La Unión Africana (UA) también emitió un comunicado condenando los «actos despreciables» de violencia «en los términos más enérgicos». Una violencia que ha estallado en la víspera del Foro Económico Mundial sobre África, que ha arrancado hoy en Ciudad del Cabo y que cuenta con la presencia de cientos de líderes políticos y empresariales de todo el continente.

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