La sucesión de Cameron arranca hoy con un aluvión de nombres

Hoy se da el pistoletazo de salida para suceder a Cameron, con el carismático Boris Johnson, de 52 años, como gran favorito avalado por su campanada en el referéndum. El todavía primer ministro y sus leales promueven una nada discreta operación «parad a Boris», presentando como alternativa a la seria ministra del Interior, Theresa May, de 59 años. Ayer hubo incluso quejas de que los jefes de filas de la bancada tory están presionando a diputados a favor de May. Los portavoces de Cameron aseguran que él es imparcial. Nadie lo cree. Está dolido con Boris, que lo retó y finalmente le dobló la mano. Un gesto claro de que Cameron quiere pasar factura es que ha dejado a su sucesor la gestión del Brexit, negándose a activar la desconexión.

Pero Johnson va a por todas. Por fin acaricia el sueño de toda su vida adulta. Incluso ha fichado para su asalto al Número 10 al sagaz gurú australiano, Lynton Crosby, experto en campañas que lo hizo por dos veces alcalde de Londres y al que Cameron honró con un escaño en los Lores para agradecerle su mayoría absoluta del año pasado. Además, el ambicioso exalcalde de Londres ha tentado a dos ministras que hicieron campaña por Remain. Si lo apoyan, sería todo un golpe de integración. Una de ellas es Amber Rudd, ministra de Energía, que haciendo campaña a favor de Remain definió así a Boris: «Es la vida y el alma del partido. Pero no es el hombre con el que volverías en coche al final de la noche».

Voto postal

Desde hoy y hasta mañana al mediodía pueden presentar sus nombres los aspirantes. Deberán de contar con el aval de dos diputados conservadores para pasar el primer corte. A partir de la selección inicial, los 331 parlamentarios tories de los Comunes votarán dos veces por semana para ir haciendo una criba que dejará dos finalistas. Esos dos candidatos se someterán al voto postal de los 125.000 militantes conservadores. El nuevo líder deberá estar elegido a más tardar el 9 de septiembre. Pero si todo va rápido se admite que se adelante a mediados de agosto.

Ayer llovían nombres. Por ejemplo, el escocés Stephen Crabb, ministro de Trabajo de 43 años, de infancia terrible con un padre maltratador, que haría tándem con Sajiv Javid, ministro de Industria, que al igual que Khan, el nuevo alcalde laborista de Londres, es hijo de un conductor de autobús paquistaní. También se postula el incombustible eurófobo Liam Fox, despedido en su día como ministro de Defensa por un escándalo de favores. Jeremy Hunt, responsable de Sanidad, ha lanzado un globo sonda. Curiosamente, quien anunció ayer que no competirá es el responsable de Economía y hombre fuerte de Cameron, el poderoso George Osborne, que asume que tras su campaña fallida por el "In" no es «la persona para unir al partido». Osborne podría coquetear con Boris para que lo haga ministro de Exteriores. Todo son conjeturas.