Los socialcristianos bávaros exigen a la CDU una sucesión rápida de Merkel

Una encuesta relámpago realizada entre 713 militantes de la CDU y la CSU ayer, 10 de febrero, solamente horas después de conocerse la renuncia de AKK, señala que hay un triple empate

AKK y Angela Merkel EFE

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Tras anunciar por sorpresa su renuncia a suceder a Merkel, la presidenta de la CDU Annegret Kramp-Karrenbauer propuso ayer un proceso de búsqueda de sucesor que culminaría en un congreso del partido en diciembre de este año. Pocas horas después y tras una larga reunión con la directiva, redujo la espera hasta el verano. Pero los socialdemócratas de la CSU, el partido hermano de Baviera, no está dispuesto a esperar tanto. El líder de la CSU y primer ministro bávaro, Markus Söder, ha expresado su negativa a consentir que sus socios políticos se enfrasquen ahora en meses de debate interno y ha reprochado desde Múnich que « no es momento para juegos , sino de tomar decisiones por el bien de la estabilidad de Alemania".

La cuestión sucesoria debe resolverse « en un plazo rápido », ha dicho, exigiendo una decisión ejecutiva de la dirección de la CDU. «Un concurso de belleza ahora, para ver qué figura del partido actúa mejor o peor, aquí o allá no va a ayudar en nada a la estabilidad de Alemania», ha dicho, dejando traslucir el malestar de la CSU por los presumibles daños electorales que lo sucedido en las últimas jornadas va a infringir sobre ambas formaciones conservadoras. Pero si Söder mete prisa no es solamente por la estabilidad de Alemania. Sus declaraciones se producen después de que, a lo largo del día de hoy, hayan tenido lugar varias discretas reuniones entre los posibles candidatos a presidir la CDU. Furedrich Merz, Armin Laschet y Jens Spahn, a varias bandas, han mantenido intercambios de pareceres sobre la situación y según fuentes del partido estarían negociando un acuerdo entre ellos para evitar al partido un largo proceso de elección, con exposiciones de programas y campaña en las delegaciones de todos los Bundesländer, como propuso ayer AKK en el anuncio de su dimisión.

Al propio Söder, al que se le atribuyen aspiraciones a ser el candidato conjunto del bloque conservador en la lucha por la cancillería, habría participado en alguna de esas conversaciones, aunque sigue insistiendo en que « mi lugar está en Baviera ». La CDU y la CSU concurren desde hace décadas con una candidatura conjunta, de acuerdo a la norma entre estas formaciones hermanadas de no competir entre sí en las urnas. En general el candidato a las elecciones nacionales suele corresponder al partido matriz. Sin embargo, en 2002, siendo Merkel ya presidenta de la CDU, pero con muchas reticencias a su capacidad de liderazgo, el candidato del bloque conservador acabó siendo el bávaro Edmund Stoiber, quien cayó derrotado por escaso margen por el entonces canciller socialdemócrata Gerhard Schröder.

La de Söder no es la única queja desde la CSU. Alexander Dobrindt, jefe del grupo parlamentario, se ha referido al proyecto de Kramp-Karrenbauer como «absurdo» y «no factible» . «Las situaciones de crisis no se abordan celebrando la crisis, sino actuando», ha declarado. Y eso no es nada para lo que se está escuchando dentro de la CDU. El veterano de Wolfgang Bosbach ha dicho en voz alta que «si no somos capaces de aportar una decisión más rápida el partido no vivirá para contarlo» y el portavoz del área económica Carsten Linnemann ha expresado su «temor a que un vacío de poder y los juegos personales terminen con la credibilidad política de la CDU». El presidente de la CDU de la Baja Sajonia, Bernd Althusmann, ha llamado a «resolver la situación con la mayor prudencia pero también lo más rápido posible y con un líder de alto perfil».

Pero la decisión sobre el candidato no será fácil. Una encuesta relámpago realizada entre 713 militantes de la CDU y la CSU ayer, 10 de febrero, solamente horas después de conocerse la renuncia de AKK, señala que hay un triple empate . El 26% de los encuestados respondió que elegiría a Armin Laschet, Markus Söder llegó al 25% y Friedrich Merz al 24%. En último lugar aparecía el ministro de Sanidad, Jens Spahn, con un 11%. Las reuniones mantenidas hoy entre ellos habrían versado sobre a quién apoyaría Spahn, volcando definitivamente la balanza a favor de uno de los candidatos.

Otros candidatos concebibles, aunque relativamente improbables, y que aparecían en el sondeo eran el primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer (5,5%) y la viceministra de agricultura y CDU, Julia Klöckner (4%). Daniel Günther, primer ministro de Schleswig-Holstein, ocupa el último lugar con un 2,5%.

Para los militantes mayores de 60 años, Merz, Söder y Laschet son igualmente bien recibidos, con un 28%. Merz también logra convencer a los menores de 30 años, franja de edad en la que alcanza un apoyo del 24% y en la que los demás quedan más rezagados (Laschet 19%, Söder 20%). Jens Spahn también es bien recibido por los jóvenes, concretamente el 23% puede imaginarlo como candidato a canciller. Por otro lado, los miembros de entre 30 y 60 años ven a Laschet por delante de los demás, con un 34%, mientras que en esa franja Markus Söder obtiene el 28%, Merz el 19% y Spahn solamente el 4%.

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