Los serbios dan el primer paso para desmembrar Bosnia

El parlamento de la república que agrupa a los serbios de Bosnia-Herzegovina aprobó en la noche del viernes al sábado una declaración que pide poner en marcha los trabajos para desconectarse de los tres elementos básicos de las instituciones comunes que comparten con bosnios y croatas, es decir, el sistema judicial, la recaudación de impuestos y, lo más peligroso, las Fuerzas Armadas.

El voto no tiene aún consecuencias automáticas, pero es un primer paso en la dirección que propugna Milorad Dodik y los demás dirigentes nacionalistas que controlan actualmente a la República Srpska . La oposición, que está en minoría, abandonó el Parlamento a la hora de la votación.

«Este es el momento de conquistar la libertad de la República Srpska porque Bosnia es un experimento que no creo que pueda sobrevivir porque no tiene una capacidad interna para ello», proclamó Dodik ante los representantes que debían votar la resolución que si se pone en marcha supondría que este territorio dejaría de estar sometida a las instituciones federales judiciales o fiscales y pasaría a controlar sus propias Fuerzas Armadas.

Las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y la de la Unión Europea han publicado un comunicado conjunto en el que advierten «a los miembros de la coalición gobernante de la República Srpska que deben ser conscientes de que continuar con este camino sin salida que desafía el marco de los acuerdos de Dayton está dañando las perspectivas económicas de la entidad, amenazando la estabilidad del país y de toda la región y poniendo en peligro el futuro de Bosnia en el seno de la UE».

Derek Cholet , asesor del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken , para asuntos de los Balcanes había dicho la víspera en una entrevista que Washington está «acelerando sus esfuerzos diplomáticos para tratar de sacar a Bosnia-Herzegovina del borde del precipicio», donde se encuentra. El instrumento que puede poner en marcha es la amenaza de graves sanciones contra los líderes de la minoría serbia. «Este es un tema con el que muchas personas en esta Administración, desde el mismo presidente Biden, tienen sentimientos personales muy fuertes» y por ello «creo que hemos visto alguna evidencia de que la influencia que tenemos con políticas de sanciones puede ser efectiva».

Por ahora en Bosnia sigue habiendo una presencia militar simbólica de la Unión Europea cuyo mandato fue renovado el mes de noviembre en el Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, Rusia, que apoya claramente a los serbios, se niega en redondo a reconocer al nuevo alto representante nternacional en Bosnia, el alemán Christian Schmidt .