El segundo debate une a los candidatos demócratas: todos contra Biden

El debate mostró la personalidad de los candidatos. Biden, que sabía que volverían a ir a por él, salió al ataque

Joe Biden gesticula durante el segundo debate de las primarias demócratas AFP

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La primera ronda del segundo debate entre los candidatos demócratas a la presidencia de EE.UU. , celebrado el martes por la noche en Detroit (Michigan), mostró la división entre las dos almas del partido : los izquierdistas, representados por Bernie Sanders y Elizabeth Warren , y los moderados, con candidatos con menos posibilidades. En la segunda ronda , celebrada en la noche del miércoles en el mismo escenario, sí hubo unidad al menos en un aspecto: el todos contra Joe Biden .

El que fuera vicepresidente de EE.UU. con Barack Obama no es solo el candidato más conocido entre el público general y el que lidera las encuestas. También es probablemente el candidato más centrista, más alejado de la nueva corriente en el partido demócrata surgida con la irrupción de Sanders en las primarias de 2016 –donde estuvo cerca de arrebatar la nominación a Hillary Clinton– y cimentada con las nuevas voces surgidas en las elecciones legislativas del pasado otoño, como Alexandria Ocasio-Cortez . A eso hay que sumarle que Biden lleva cinco décadas de carrera política , un tiempo en el que le ha dado tiempo a equivocarse muchas veces y con decisiones que en algunos casos han aguantado mal el paso del tiempo.

El resultado es que Biden es el mono ideal al que darle leña, como este miércoles quedó una vez más de manifiesto. En el anterior debate, la senadora Kamala Harris aprovechó decisiones de Biden del pasado sobre relaciones raciales para atacarle y se convirtió en una de las sensaciones de la campaña. Ahora muchos trataron de repetir el modelo.

Jay Inslee , gobernador del estado de Washington, le atacó por sus planes poco ambiciosos para atacar el cambio climático –«es muy poco y muy tarde»– y por su posición a favor de la guerra de Irak. Julián Castro , excompañero de Gabinete con Obama, le recriminó que esté en contra de descriminalizar la entrada ilegall de inmigrantes en la frontera. El senador Corey Booker tuvo un enfrentamiento agrio con Biden, a quien acusó de apoyar legislación dura contra el tráfico de droga que acabó perjudicando de forma desproporcionada a la población negra. La senadora Kirsten Gillibrand sacó a pasear un artículo escrito por Biden en 1981 en el que se oponía a dar ventajas fiscales para guarderías para las familias. Bill de Blasio , alcalde de Nueva York, le inquirió una y otra vez sobre si estaba todavía de acuerdo con las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados durante los mandatos de Obama.

Fue una noche con menos discusiones de sustancia que en la anterior, en la que se discutió mucho sobre sanidad, comercio o impuestos, pero en la que se mostró mejor la personalidad de los candidatos . Biden, que sabía que volverían a ir a por él, salió al ataque, cuestionando a Harris sobre sus dudosos planes de sanidad universal, que se implantarían en un plazo de diez años. En las refriegas posteriores, sin embargo, no dio la sensación de un candidato rocoso. Titubeó en ocasiones, le bailaron números y erró en el cierre del debate : en lugar de dar la dirección web de su campaña, dio el número donde mandar SMS para financiarla. Muchos habrán temido lo que será si es el elegido para enfrentarse a Trump como nominado demócrata.

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