En busca de un acuerdo de gobierno

Schulz ofrecerá a Angela Merkel una «coalición de cooperación» en Alemania

La actual canciller y el líder socialdemócrata mantienen este miércoles su primera reunión para tratar de formar gobierno

Angela Merkel se dirige este martes a soldados que sirven en el extranjero Afp
Rosalía Sánchez

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En la primera reunión cara a cara con Angela Merkel , para comenzar este miércoles a negociar la posibilidad de una Gran Coalición , el presidente de los socialdemócratas pretende ofertar un nuevo concepto con el que intenta cuadrar el círculo político que se estrecha sobre su autoridad en el partido como una soga al cuello.

Ante la fuerte resistencia en sus filas a reeditar la Gran Coalición , «Groko», como se la conoce popularmente en Berlín, Martin Schulz ofrecerá una alianza menos vinculante y que le permita diferenciarse del socio mayor. Habla de una «coalición de cooperación», que inmediatamente ha sido apodada como «Koko» por los berlineses y que viene a ser una coalición «light», un modelo inédito hasta ahora en la vida política alemana según el cual se acordarían unos pocos puntos centrales en el acuerdo de coalición y el resto de los proyectos deberá ser negociado en el Parlamento, cada uno a su tiempo.

Schulz pretende así subrayar su perfil de partido de la justicia social, dejar abierta la puerta a distintas mayorías y sobre todo ganarse a los militantes del SPD, que deberán votar el acuerdo en última instancia para que se forme gobierno. «La legislatura pasada quedamos muy, muy pegados al gobierno, y en el partido muchos se quejan de que el SPD ha perdido su identidad, que no estábamos ni visibles en el gobierno ni visibles en la oposición», explicaba este martes Matthias Miersch , portavoz del ala más izquierdista del SPD en defensa de esta idea.

«Que se aclaren»

Pero los argumentos planteados no convencen en la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, desde donde ayer surgieron ya las primeras y airadas reacciones. «Que se aclaren. No somos el grupo de psicoterapia del SPD», se mofaba el primer ministro de Hesse, Volker Bouffier . «O se quiere gobernar o no se quiere gobernar», dijo por su parte la vicepresidenta de la CDU, Julia Klöckner , rechazando de plano propuestas mediopensionistas. «La alternancia de mayorías puede parecer muy emocionante en la teoría, pero en la práctica se llegaría rápidamente al límite de la cooperación», alegó, recordando que el principal objetivo de estas negociaciones es el de lograr un «gobierno estable».

Este será, por tanto, el nuevo y primer escollo a salvar en una reunión en la que estarán presentes Schulz, la canciller y su socio bávaro Horst Seehofer , acompañados cada uno de ellos por un asistente. Estos tres partidos, junto al resto de grupos parlamentarios, no encontraron dificultad alguna ayer para aprobar en el Bundestag una subida de casi mil euros a las dietas de los parlamentarios, demostrando que, cuando hay auténtica voluntad de acuerdo, no hace falta ni debate en la cámara. Las negociaciones para la Gran Coalición, ya sea «Groko» o «Koko», se presentan sin embargo un poco más complicadas.

Schulz exige una Alemania alineada con las propuestas de Emmanuel Macron y unos Estados Unidos de Europa en 2025, unas prisas que elevan el nivel de estrés en el partido de Merkel y sobre todo en la CSU bávara. En cuanto a la reforma de las pensiones, Schulz quiere legislar la «jubilación solidaria», que elevaría las pensiones a los jubilados trabajadores que han cotizado durante más tiempo. También pretende instaurar un seguro médico único que termine con la actual división entre público y privado.

Menos austeridad

Merkel, por su parte y quizá imbuida por la proximidad navideña, llega a la mesa de negociación dispuesta a ofrecer un importante paquete de gasto público, sobre todo inversiones en infraestructuras y digitalización, que promoverá el crecimiento económico y el empleo.

La filtración de estas intenciones ha puesto en pie de guerra a varios institutos económicos alemanes, como el IFO de Múnich, que temen que Merkel, en aras de formar su último gobierno, abandone la senda de la austeridad. «Creo que no exagero si digo que en el mundo entero están esperando que lleguemos a un acuerdo», ha dicho la canciller alemana justificando la urgencia que respalda estas medidas. El SPD quiere que buena parte de ese gasto vaya directamente a la educación y a las mejoras de los colegios públicos.

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