Nicolas Sarkozy, imputado por la financiación ilegal de su campaña en 2012

El expresidente francés, que asistió a un interrogatorio de doce horas, aún mantiene la esperanza de ir a las próximas elecciones

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Nicolas Sarkozy ha caído en el corazón de la tela de araña del escándalo Bygmalion. Tras doce horas de interrogatorio, los jueces decidieron este martes por la noche imputar al expresidente del presunto delito penal de financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012.

Bygamlion fue la empresa que organizó los numerosos mítines y reuniones electorales de la campaña de Sarkozy en las elecciones que finalmente ganó François Hollande. Bygmalion era una empresa de prestación de servicios cuyos accionistas eran amigos íntimos de varios dirigentes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Nicolas Sarkozy. Entre febrero y mayo de 2014, la policía judicial descubrió que la UMP había financiado la campaña electoral de 2012 utilizando facturas falsas para justificar prestaciones que no se realizaron, con el fin de pagar unos gastos que estaban fuera de la Ley.

Pero, pese a todo este embrollo judicial, Sarkozy aún mantiene la esperanza de acudir a las próximas elecciones presidenciales... y ganarlas.

Como consecuencia de las revelaciones de 2014, varios dirigentes de la UMP, rivales de Sarkozy, pidieron y consiguieron la disolución del partido y la fundación de una nueva formación, Los Republicanos (LR).

Disuelta la UMP y fundado un nuevo partido, LR, la Justicia continuó la instrucción del escándalo. Trece dirigentes de la difunta UMP han sido imputados por posibles delitos de financiación ilegal de una campaña electoral.

¿Podía el presidente/candidato ignorar en 2012 que su campaña electoral se estaba financiando de manera ilegal? Para intentar salir de dudas, los jueces que instruyen el escándalo Bygmalion interrogaron este martes a Sarkozy por si el expresidente pudo cometer el delito penal de financiación ilegal de su propia campaña presidencial.

Tras el interrogatorio, los jueces decidieron imputar al expresidente. Los amigos políticos de Sarkozy insisten en la presunción de inocencia. La imputación no prejuzga el resultado final de la sentencia de un largo e imprevisible proceso.

No hubo lucro personal

Nadie acusa a Nicolas Sarkozy de enriquecimiento personal. No hubo lucro personal de nadie. No hubo extorsión de fondos públicos. Pero sí pudo haber financiación ilegal de un partido y producción de facturas falsas.

Sarkozy afirma desde hace meses que «desconocía» la existencia de Bygmalion, la empresa que organizaba los numerosos mítines de su campaña presidencial. La policía judicial, sin embargo, ha descubierto una nota confidencial de un contable de aquella campaña, que «alerta» de los «riesgos» de gastar unas sumas de dinero que violaban el techo oficial permitido a todos los candidatos. Según las filtraciones periodísticas, Sarkozy conocía esas «advertencias».

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