Sarkozy amenaza con querellarse contra la justicia francesa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos

El expresidente ha concedido ya las primeras entrevistas a medios franceses y ha dicho que se trata de una «profunda injusticia»

Sarkozy, en una imagen de archivo AFP

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Condenado en primera instancia a tres años de cárcel, sustituidos provisionalmente por un brazalete electrónico para estar controlado policialmente, en todo momento, Nicolas Sarkozy amenaza con una guerra personal contra la justicia francesa, llevando su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo (TEDH).

El expresidente ha presentado un recurso, que deberá juzgarse en fecha todavía desconocida, y deberá sentarse en el banquillo de los acusados , las próximas semanas y los próximos meses, acusado de presuntos delitos que oscilan entre la corrupción pasiva, la financiación ilegal de campañas electorales y la participación «en banda» en delitos presuntamente «anexos».

Ante ese horizonte judicial, cargado e inflamable, Sarkozy parece sentir la intención de «internacionalizar» sus contenciosos personales con la justicia francesa.

El expresidente se considera «perseguido injustamente», desde hace diez años, cuanto menos. Condenado a tres años de cárcel, a la espera de una posible revisión de esa sentencia, en segunda instancia, Sarkozy multiplica sus intervenciones públicas , concediendo entrevistas a 'Le Figaro' (matutino conservador) y TF1 (primera cadena de tv nacional, privada), repitiendo siempre su condena personal de la justicia francesa: «No puedo aceptar que se me condene por delitos que no he cometido».

Sarkozy amenaza con una decisión sin precedentes: llevar su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo (TEDHE), «la máxima autoridad judicial para la garantía de los derechos humanos y libertades fundamentales en toda Europa, excepto Bielorrusia, Kazajistán y la Ciudad del Vaticano». Amenaza sin precedentes, la de un exjefe de Estado que denuncia a su propio país, Francia, ante una autoridad jurídica europea.

Del dicho al hecho hay mucho trecho. Queda la amenaza y sus llamaradas potencialmente populistas. Una parte quizá mayoritaria de Los Republicanos (LR, derecha tradicional), su propio partido, ha decidido hacer campaña política y electoral contra la justicia que ha condenado a Sarkozy.

En la historia política y judicial de Francia, otros políticos fueron condenaros y protestaron contra la justicia nacional. Jacques Chirac fue el primer presidente condenado por delitos cometidos antes de llegar a la jefatura del Estado. Aceptó resignado su sentencia . Alain Juppé y François Fillon, ex primeros ministros, conservadores, fueron juzgados y condenados. Protestaron, pero aceptaron las sentencias. «Genio y figura...» Sarkozy no acepta su primera condena. Protesta y amenaza con internacionalizar judicialmente sus procesos. Si el expresidente llegase a consumar su amenaza, pudiera tratarse de una deriva con flecos populistas contra la justicia nacional, francesa, pidiendo la sentencia «superior» de la opinión pública y el TEDH.

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