Tres ministros británicos aseguran que el Parlamento va a evitar un Brexit duro

«Sería mejor aplazar la fecha de nuestra salida antes que estrellarnos fuera de la Unión Europea el 29 de marzo» señalan en un artículo publicado en el tabloide «Daily Mail»

EFE

Ivan Alonso

Tres ministros del Gobierno británico aseguraron este sábado que el Parlamento actuará para pedir una extensión del plazo de salida de la Unión Europea (UE) y evitar una ruptura no negociada si no se alcanza un consenso en los «próximos días». «Si no hay un gran avance en la próxima semana, el equilibrio de opiniones en el Parlamento está claro: sería mejor tratar de extender el artículo 50 (del Tratado de Lisboa) y aplazar la fecha de nuestra salida antes que estrellarnos fuera de la Unión Europea el 29 de marzo», señalan esos tres ministros en un artículo publicado en el tabloide «Daily Mail».

El titular de Justicia, David Gauke; la de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, y el responsable de Comunidades y Gobierno local, Greg Clark, todos ellos miembros de la facción considerada proeuropea del Ejecutivo, firman el texto. «Es el momento de que muchos de nuestros colegas conservadores del Grupo de Investigaciones Europeas (euroescépticos) reconozcan que el Parlamento detendrá un desastroso 'brexit' sin acuerdo», recalcan.

El proceso para el Brexit sigue embarrado a falta tan solo de un mes para que la salida de la UE se haga efectiva. La próxima semana, la «premier», Theresa May, podría enfrentarse a otra nueva rebelión entre sus filas en los próximos días si no descarta la opción de salir sin acuerdo del club comunitario. Decenas de sus correligionarios, tanto favorables al Brexit como contrarios a él, han amenazado con votar en contra de los planes de la primera ministra con el fin de detener esta salida abrupta de la UE.

El periódico «The Telegraph» se hizo eco ayer de una carta enviada por este grupo de diputados descontentos, filtrada al medio, al líder de la disciplina de los «tories», Julian Smith, en la que solicitan que el Ejecutivo dé libertad de voto la próxima vez que el Gobierno acuda a la Cámara de los Comunes con el Brexit. Piden que si May no aporta un plan viable puedan rechazarlo y apostar por una enmienda que varios diputados están pensando plantear, donde se pediría un retraso del proceso con el fin de llegar a un pacto con Bruselas que el Parlamento sí pueda apoyar.

En esa misiva, los líderes de ese grupo que pueden plantarse ante May muestran su preocupación por el posible bloqueo de los más euroescépticos de sus compañeros a cualquier pacto conseguido por la «premier». Esto conllevaría una salida sin acuerdo, algo que consideran intolerable. «La reputación tanto del partido como del Gobierno depende de nuestra capacidad para lograr una salida ordenada, de acuerdo con el calendario existente», aseguran. Creen que cualquier cambio que arranque la «premier» de Bruselas «no satisfará» a algunos de sus colegas. «La gente está viendo intransigencia por parte de algunos de nuestros otros colegas y está cada vez más frustrada», asegura Andrew Percy, coautor de la carta.

Según este periódico, a principios de esta semana, cuatro miembros del Gabinete también habrían amenazado con hacer lo mismo que estos diputados. Entre ellos la ministra de Trabajo, Amber Rudd, o el de Justicia, David Gauke. Ambos habrían pedido a la «premier» esa libertad de voto durante las votaciones que se esperan para el próximo 27 de febrero. May se comprometió a que ese día sometería a votación un acuerdo de retirada de la UE mejorado o, en su defecto, una moción para determinar los próximos pasos.

Antes de eso, según la prensa inglesa, viajará mañana a Bruselas para reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y tanto su ministro del Brexit, Stephen Barclay, como el fiscal general del Estado, Geoffrey Cox, volverán a sentarse con el negociador jefe comunitario, Michel Barnier, a fin de consensuar cambios que permitan que el acuerdo sea aprobado en los Comunes.

Novena dimisión laborista

Mientras, el Partido Laborista continúa perdiendo diputados y ayer se produjo la novena dimisión en el principal partido de la oposición. Esta vez fue el parlamentario Ian Austin, quien alegó «la cultura del extremismo, la intolerancia y del antisemitismo» que no ha sabido frenar el líder de la formación, Jeremy Corbyn. Austin cree que el partido «está roto» y asegura que, por ahora, no tiene intención de unirse al recién creado Grupo Independiente, que aglutina a 8 exdiputados laboristas y 3 conservadores. Los independientes se han posicionado como la cuarta fuerza parlamentaria en la Cámara de los Comunes.

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