El primer ministro italiano, en una reciente cumbre en Bruselas
El primer ministro italiano, en una reciente cumbre en Bruselas - AFP

Renzi desafía a Bruselas y no cambiará una coma de los presupuestos para 2017

El primer ministro amenaza con vetar el presupuesto europeo de 2017. Ante la carta de advertencia de Bruselas para que reduzca el déficit, Roma señala que paga el coste de la inmigración defendiendo las fronteras de todos

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
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El primer ministro, Matteo Renzi, desafía y amenaza a Bruselas. El Gobierno italiano debe responder en las próximas horas a la carta de amonestación de la Comisión Europea para que aclare los presupuestos del 2017, que no respetan, a juicio de la UE, los compromisos contraidos por Italia sobre el déficit. Roma había prometido el 1,8% de déficit y los presupuestos lo fijan en el 2,3%, con la justificación de gastos extraordinarios por la inmigración y el terremoto en el centro de Italia en agosto pasado.

La respuesta de Matteo Renzi es contundente, al subrayar que no está dispuesto a cambiar ni una coma: «Italia da 20.000 millones de euros a la UE y recibimos 12.000 millones. Si a nosotros Bruselas nos envía una carta de amonestación, a Eslovaquia y a Hungría que levantan muros contra la inmigración les debía enviar un libro, una enciclopedia.

Si Europa quiere reducir los gastos de Italia en inmigración, es suficiente con que los acojan ellos. Que no se limiten a abrir la boca, sino que abran las puertas». Mientras, el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, le ha hecho el eco subrayando que «Italia está gastando su dinero para defender las fronteras de todos».

Tensiones sociales

En los últimos días, el problema de la inmigración se esta convirtiendo en prioritario para Italia. Las tensiones sociales contra los inmigrantes comienzan a adquirir tonos inéditos, en algún caso de revuelta, como ha ocurrido en los pueblos de Goro y Gorini (Emilia Romaña), cuyos habitantes levantaron barricadas para impedir la entrada de un autobús con 12 refugiadas africanas y sus ocho hijos para ser acogidas en un albergue. Italia se ha dividido frente a este caso, mientras el clima político se está exarcerbando con un ambiente cada día más populista. El riesgo es que se vean reforzados los partidos xenófobos, mientras Italia está en plena campaña por el referéndum sobre la reforma constitucional del próximo 4 de diciembre. Una consulta que será decisiva para el inmediato futuro del país. Si Matteo Renzi lo pierde, podría verse obligado a dimitir, como prometió hace meses, aunque luego dio marcha atrás.

En esta atmósfera de tensión se encuadra la actitud del primer ministro italiano de enfrentamiento con la Unión Europea, en parte por motivaciones internas, con el tema de fondo de la inmigración y los presupuestos para el 2017. Matteo Renzi insiste en que Italia respeta las reglas de la UE y que son otros, citando a Francia, España y a Alemania por el superávit comercial, quienes no las cumplen. Renzi ha llegado a afirmar que está dispuesto a plantear un veto al presupuesto europeo para el 2017, en protesta contra los países que no aceptan las cuotas de inmigrantes asignadas por la UE.

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