poster Vídeo

Bashar al Assad gana la batalla crucial de Alepo, la segunda ciudad de Siria

Los dos últimos reductos de resistencia pactan con Rusia la evacuación

ALEPO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuatro semanas de ofensiva total acabaron con los cuatro años de presencia opositora en el esta de Alepo. Los grupos armados no pudieron más y anunciaron un acuerdo con Rusia para la evacuación total de los dos últimos distritos en los que tenían presencia en la parte oriental de la segunda ciudad de Siria. Si se cumple lo pactado con la mediación de Turquía, ambas partes se comprometen a respetar un alto el fuego para que civiles y combatientes salgan a través de corredores de las zonas en conflicto y esto supondrá el final de la ofensiva y la victoria final del Gobierno. Los responsables de los principales grupos armados fueron los primeros en anunciar el acuerdo, que después fue confirmado por Damasco, Moscú y Ankara.

Fuentes opositoras consultadas por la agencia AFP revelaron que «la evacuación de heridos y civiles se hará en primer lugar. Después, los rebeldes saldrán con sus armas ligeras y los podrán elegir entre ir al oeste de la provincia de Alepo o hacia la provincia de Idlib», controlada esta por el Frente Fatah Al Sham, brazo de Al Qaida en Siria. Por parte de Rusia fue su embajador en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, quien confirmó el final de las operaciones militares en Alepo al asegurar que «efectivamente se ha logrado un acuerdo para que los rebeldes abandonen la ciudad». Esta era la exigencia de Rusia para acabar con la ofensiva y, de cumplirse, significa la victoria militar del Ejército sirio y del resto de fuerzas que combaten a su lado como Rusia, la milicia libanesa de Hizbolá y las milicias chiíes supervisadas por la Guardia Revolucionaria de Irán. Churkin precisó que los civiles pueden optar por quedarse en sus barrios porque «nadie les hará daño». El diplomático ruso dio por finalizada la batalla y aseguró a la agencia Sputnik que “el Gobierno sirio ha recuperado el control de la parte oriental".

En el transcurso de la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la situación en Alepo, la embajadora estadounidense, Samantha Power, pidió el envío de observadores internacionales para supervisar la evacuación de la zona este ya que «hay personas que quieren irse pero que, justificadamente, temen, si lo intentan, ser abatidos en la calle o enviados a alguno de los gulags de Asad». La reunión del organismo internacional se produjo tras la publicación de los informes que indicaban que al menos 82 personas, entre ellas 11 mujeres y 13 niños, habían sido asesinadas en cuatro barrios de Alepo por fuerzas progubernamentales.

Una nueva etapa en la guerra

En los medios sirios sus corresponsales sobre el terreno mostraron en los informativos de la noche los corredores habilitados para la salida de combatientes y civiles, pero informaron de que nadie había salido en las horas posteriores al anuncio. No es la primera vez que se habla de alto el fuego y evacuaciones de la zona oriental, pero sí es la primera vez que lo hacen los dos bandos enfrentados y sobre todo se produce cuando la oposición ha quedado abandonada y sin apoyo de aliados exteriores como Turquía. En las calles de la parte de la ciudad bajo control gubernamental se acogió con cautela este nuevo acuerdo.

Pocas horas antes del anuncio, la artillería castigaba con dureza las zonas orientales de la ciudad de las que más de 100.000 personas han escapado en las últimas semanas. El último éxodo masivo comenzó la misma noche del domingo y durante todo el día de ayer unos 10.000 civiles cruzaron al lado gubernamental para escapar de los bombardeos y combates. La niebla y el frío hacían aun más fantasmagórica la imagen de barrios destrozados como Bustan Al Basha. Allí el trasiego de militares en autobuses de línea hacia las zonas recién recuperadas era incesante y los soldados aseguraban eufóricos que «no falta nada para la victoria, es cuestión de horas». Algunos civiles, muy pocos, se acercaban a ver cómo habían quedado sus casas y se daban la vuelta desolados.

Si el acuerdo se cumple será el final de la guerra urbana dentro de Alepo, un lugar en el que la oposición soñó con levantar su capital alternativa a Damasco, pero que ahora el Gobierno espera se convierta en el «trampolín», según palabras del presidente, Bashar Al Assad, para seguir recuperando zonas en manos opositoras. Se cierra una etapa en la guerra de Siria.

Ver los comentarios