El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov (c), se reúne con representantes de la oposición política de Siria
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov (c), se reúne con representantes de la oposición política de Siria - AFP

El proceso de paz para Siria avanza en medio de discrepancias, ausencias, acusaciones y aplazamientos

Según palabras del ministro de Exteriores ruso, «la pasividad de nuestros colegas de la ONU, que desde abril del año pasado no han celebrado ninguna ronda de negociaciones, es inaceptable»

Corresponsal en Moscú Actualizado: Guardar
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Tres días después del primer intento fallido de poner cara a cara en Astaná ( Kazajstán) a representantes del régimen de Bashar al Assad y de la oposición armada, Rusia reunió ayer en Moscú a parte de los negociadores de la oposición siria que han venido participando en las conversaciones de Ginebra. En esta ciudad helvética estaba previsto un nuevo encuentro para el 8 de febrero, según quedó ratificado en Astaná, pero su celebración no está garantizada, ya que entre Rusia y la ONU existen discrepancias en cuanto a las fechas.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo ayer mientras recibía a los representantes sirios que la reunión convocada en Ginebra para el 8 de febrero «ha quedado pospuesta de nuevo hasta finales de febrero».

Según sus palabras, «la pasividad de nuestros colegas de la ONU, que desde abril del año pasado no han celebrado ninguna ronda de negociaciones, es inaceptable».

Sin embargo, Yara Sharif, portavoz del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, aseguró que no hay todavía tomada ninguna decisión sobre el posible aplazamiento de la cita de Ginebra. «Sabremos con exactitud la fecha cuando el señor De Mistura regrese de Nueva York», a donde ha ido para entrevistarse con el nuevo secretario general de la ONU, António Guterres, señaló Sharif.

Lavrov se sentó ayer a la mesa con miembros de los grupos que tomaron parte anteriormente en las conversaciones de «Moscú», «Jmeimim» (la base aérea rusa en Latakia), «El Cairo» y «Astaná», denominada así esta última delegación, no porque participó en las negociaciones de esta semana en Kazajstán, sino en otras que tuvieron lugar allí en 2015. Estuvieron también presentes el Partido Kurdo de la Unión Democrática y el Consejo Nacional Kurdo.

Los delegados de «Riad» han acusado a los asistentes a las negociaciones de ayer en la capital rusa de «servir a los intereses de Rusia y del régimen sirio»

No acudió el grupo de «Riad» ni la Coalición Nacional Siria, la principal alianza opositora, ni tampoco algunas de las formaciones integradas en la Comisión Suprema para las Negociaciones, estructura que representa a la oposición en Ginebra. El jefe de la Diplomacia rusa lamentó que el grupo de «Riad» «ponga constantemente condiciones para iniciar negociaciones». «Dijeron que no vendrían a estos contactos mientras continúen las hostilidades, pero ahora los combates han cesado, hay una tregua, y no puede haber ya más excusas», deploró Lavrov.

Lo cierto es que los delegados de «Riad» han acusado a los asistentes a las negociaciones de ayer en la capital rusa de «servir a los intereses de Rusia y del régimen sirio». Por su parte, los pertenecientes a la plataforma de «Moscú» recriminaron a la Coalición Nacional Siria sus «esfuerzos» para evitar que la oposición se aglutine en Ginebra en un frente único. Lavrov se refirió a la ausencia ayer en Moscú de la Comisión Suprema para las Negociaciones afirmando que «con sus caprichos están poniendo en peligro el proceso hacia un acuerdo para poner fin al conflicto sirio».

El ministro de Exteriores ruso calificó de «paso importante» la reunión celebrada los pasados días 23 y 24 en Astaná, pese a que sólo se logró pactar la creación de un mecanismo para vigilar el cumplimiento del actual alto el fuego. El documento final no lo suscribió ni el Gobierno sirio ni los rebeldes, lo hicieron únicamente Rusia, Turquía e Irán. «En Astaná participaron grupos armados que hasta ahora no habían acudido a los contactos con el Gobierno sirio ni a las negociaciones sobre el futuro de Siria», destacó Lavrov. Éste presentó a los opositores sirios un proyecto de Constitución para el país árabe elaborado por expertos rusos e insistió en que es orientativo y nadie pretende imponerlo. Según su opinión, el documento debe «provocar un debate» que ayude a avanzar en el diálogo político en Ginebra.

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