Primeros controles fronterizos en Calais, Dunkerque y París tras entrar en vigor el acuerdo pos-Brexit

Viajeros y transportistas sufren ya las medidas para aplicar el tratado comercial pos-Brexit

Un camión llega al puerto de Calais procedent del Reino Unido AFP

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En vigor el nuevo tratado comercial entre Londres y Bruselas , el tráfico fue este viernes mínimo y sin incidentes en las fronteras marítimas y terrestre del Reino Unido y Francia , que se prepara a una transición larga, compleja, con un rigor administrativo y policial que requerirá «muchos esfuerzos».

El 70% de los intercambios comerciales entre el Reino Unido y la UE pasa por los puertos franceses de Calais y Dunkerque : una media de 12.000 camiones y 60.000 pasajeros diarios, que también atraviesan el canal de la Mancha en tren para entrar en Europa por la parisina Estación del Norte, convertida en búnker policial desde hace años.

Olivier Dussopt, ministro delegado de Presupuestos, y Clément Beaune, secretario de Estado para Asuntos europeos, se desplazaron este viernes a Calais para intentar calmar la inquietud de pescadores, industriales de la pesca y el turismo en todo el norte de Francia. Beaune resumió: «Francia se comportará de manera estricta y vigilante. Todas las partes deben cumplir los acuerdos, que deberán aplicarse rigurosamente».

La aplicación rigurosa del nuevo tratado será una pacífica «revolución» sembrada de incertidumbres para centenares de miles de hombres y mujeres. Los primeros pasajeros que llegaron a París en el tren desde Londres comprobaron la nueva realidad: controles fronterizos al bajar del tren, chequeo, registro de maletas, confiscación de productos prohibidos o sospechosos. Desde hace décadas, el viaje entre las dos capitales permitía llevar y traer licores, carne, flores, quesos, vino, champán, entre otros productos. Ahora será imprescindible comprobar qué productos están o no autorizados.

Refuerzo de gendarmes

En la Estación del Norte reina desde hace años una tensión policial muy llamativa. Las fuerzas de seguridad controlan a toda hora las idas y venidas de la juventud multicultural de la «banlieue», los suburbios del norte de la capital. Los controles aduaneros supondrán un incremento de 200 gendarmes.

En los puertos de Calais y Dunkerque los controles comenzaron con lentitud y sin problemas. En las primeras 20 horas con el nuevo tratado en vigor, cruzaron unos 300 de los 12.000 camiones que las utilizan diariamente. Desde ayer, transportistas y viajeros que crucen el canal de la Mancha en coche o camión deberán hacer declaraciones previas, indicando qué productos transportan. A su llegada a los puestos de control, podrán pasar con relativa rapidez, deberán someterse a controles físicos de diversa naturaleza y aceptar «modificaciones» en caso de llevar mercancías que no respondan a las normas.

Jean-Marc Puissesseau, director general de la empresa responsable de la gestión del puerto de Calais, se dice «confiado y prudente»: «Llevamos tres años preparando la nueva situación. Lo tenemos todo bien pensado. Esperamos que la transición se hará sin problemas. Veremos».

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