Los populistas aplauden el Brexit y se ponen en marcha para destruir la UE

No es casualidad que los dos primeros países donde se ha empezado a hablar de un referéndum similar al británico hayan sido Francia y Holanda, dos de los estados fundadores de la UE. Más que la crisis financiera, es el problema de los refugiados el que actúa como catalizador de este fenómeno que amenaza los cimientos de la arquitectura sobre la que se basa el proyecto comunitario en casi todos los países. En las últimas elecciones al Parlamento Europeo se produjo por primera vez en la historia de la institución la irrupción de partidos abiertamente antieuropeos, que han formado no solamente un grupo político, sino dos: uno de ellos en torno a los independentistas británicos del UKIP y otro en torno a los más radicales.

Y si se suma a los euroescépticos liderados por el Partido Conservador, ya serán tres. Con la salida de los británicos, el grueso de estos batallones autieuropeos se debilitará mucho, pero no desaparece ni mucho menos.

Francia

Le Pen pide un referéndum. Para Marine Le Pen, las elecciones presidenciales de mayo del año que viene en Francia son la ocasión más importante de hacerse con el poder ante el desprestigio de la clase política tradicional, pero este viernes exhibió claramente su reclamación de un referéndum para retirar a Francia de la UE. Por ahora, dos de cada tres franceses prefieren quedarse en la UE según el último sondeo.

Alemania

Radicales al alza. Las últimas encuestas han revelado por primera vez que la suma de los democristianos y los socialdemócratas que forman la Gran Coalición no llegan al 50% de los votos en Alemania. Eso significa que los partidos emergentes populistas o de ultraderecha, como Pegida, dan razones para contemplar con inquietud las elecciones de 2017.

Dinamarca

Cada vez más influyentes. La política de un país tan relevante como Dinamarca está también marcada por el Partido Popular Danés, que ha logrado cambiar la agenda sobre la gestión de la inmigración en la coalición de Gobierno de la que forma parte. Es otro de los que pide un referéndum para la salida de la UE.

Holanda

Wilders quiere una consulta. Holanda es no solo un país fundador de la UE, sino que tiene una tradición de intensa integración con otros dos países con los que estuvo unido en la edad media, Bélgica y Luxemburgo. Sin embargo, el populista Geert Wilders se ha apresurado a pedir un referéndum para restablecer la soberanía holandesa. La ley de consultas populares que fue utilizada contra la UE en el caso del tratado de asociación con Ucrania solo se puede utilizar para revisar una decisión tomada por el Parlamento, lo que significa que haría falta que los diputados se pronunciasen antes sobre ello. Pero los partidarios de la salida de Holanda utilizarán sin duda cualquier pretexto que les convenga.

Italia

Referéndum sobre el euro. Aliado de los eurófobos británicos del UKIP en el Parlamento Europeo, el movimiento del cómico Beppe Grillo cree que «si la UE no cambia morirá» y aunque está moderando en público su aversión a la moneda única y al actual diseño de la UE, mantiene su apuesta por un referéndum sobre el euro.

Finlandia

En la coalición del Gobierno. En Finlandia, una reciente encuesta situó al líder del Partido de los Finlandeses, Timo Soini, como uno de los más apreciados por los electores. Los nacionalistas xenófobos han pasado en pocos años de sorprender en el tercer puesto a formar parte de la coalición del Gobierno desde el año pasado. Soini ha considerado el referéndum como «un síntoma de que la UE está teniendo gravísimos problemas» y, al revés, considera que el Reino Unido podrá seguir vinculado a Europa a través de la OTAN por lo que no se cumplirán los malos augurios que se exhibieron en la campaña.