La Policía de Hong Kong busca huellas y ADN en el caos del asalto al Parlamento

En medio de una crisis diplomática con el Reino Unido, que devolvió la ciudad a China hace justo 22 años, ya ha sido detenido un sospechoso por la violenta toma del edificio

Manifestantes entran en sede del Parlamento de Hong Kong tras derribar puerta EFE

Pablo M. Díez

En medio del caos que dejó el asalto al Parlamento de Hong Kong , la Policía se ha pasado dos días buscando huellas y hasta ADN para identificar a los miles de jóvenes que tomaron el edificio el lunes por la noche como protesta contra la ley de extradición a China, suspendida pero no retirada. Entre los destrozos que causaron en puertas, ventanas, pantallas de televisión, cuadros, taquillas, cámaras de seguridad y mobiliario, dejaron numerosas barras de hierro, vallas, cascos, gafas de plástico, mascarillas y guantes, que han sido recogidos por la Policía. Mientras los albañiles se afanan por colocar paneles de madera en las ventanas rotas, los agentes se han pasado el martes y miércoles recogiendo pruebas que han sacado en cajas trasladadas a los laboratorios forenses.

En busca de huellas dactilares e incluso restos de ADN, de su análisis se encarga la Oficina de Identificación y la Oficina del Crimen Organizado y las Triadas, el cuerpo de élite de la Policía de Hong Kong especializado en la lucha contra las mafias y el terrorismo. Sus investigaciones están dando resultado y, según informa el periódico «South China Morning Post», ya hay un detenido. Se trata de un hombre de 31 años que se apellida Poon y es conocido como el «Pintor de Mong Kok» , ya que participó en la ocupación de esa zona de Hong Kong en la «Revuelta de los Paraguas» en 2014, que pedía el sufragio universal. Además, el 21 de junio fue arrestado por enfrentarse a la Policía y desórdenes públicos durante el cerco a la comisaría central en el distrito de Wan Chai. Capturado el miércoles por la mañana, el «Pintor de Mong Kok» es investigado por el allanamiento del Parlamento y daños criminales en su interior.

Miedo a las represalias

El lunes por la mañana también fueron detenidos diez manifestantes que se enfrentaron a la Policía cuando trataban de impedir el izado de la bandera en la ceremonia por el 22º aniversario de la devolución de Hong Kong a China, que se conmemoraba ese día. Por la noche, tras la ocupación y desalojo del Parlamento, fue arrestado el conductor de una furgoneta de reparto alquilada para entregar cascos, gafas de plástico, máscaras y guantes a los manifestantes. A tenor de la Policía, el conductor, de 35 años, llevaba también en su vehículo «armas como cortadores y drogas controladas», recoge el SCMP. En total, hay ya doce arrestados, once hombres y una mujer de entre 14 y 36 años, por delitos como posesión de armas, reunión ilegal, atentado contra la autoridad, obstrucción de la labor policial, violación de la navegación aérea y no presentar el carné de identidad.

Lo que más temen los participantes en las manifestaciones, en su mayoría jóvenes y adolescentes, es ser imputados por la temida acusación de «disturbios», que conlleva penas de hasta diez años de cárcel. Junto a la anulación de la controvertida ley de extradición a China y la dimisión de la jefa del Gobierno local, Carrie Lam , una de las demandas de los manifestantes es, precisamente, que la Policía no presente cargos por «disturbios» contra los detenidos. Pero va a ser difícil tras el estallido de la violencia y el vandalismo que desató la toma del Consejo Legislativo (Legco) , vivida en primera línea por el corresponsal de ABC, que entró en el edificio junto a los manifestantes el lunes por la noche.

Conflicto diplomático

Tras dos días de limpieza y recogida de pruebas, el Gobierno local permitió a la Prensa visitar el Parlamento el miércoles por la tarde. Entre montones de basura, restos de los destrozos y pintadas en las paredes, se podían ver adhesivos amarillos marcando las pruebas y hasta polvos para la identificación de huellas dactilares en los escaños dañados de los diputados afines al régimen chino. Para los próximos días, cuando los forenses hayan analizado todas las pruebas, la Policía ha anunciado redadas por toda la ciudad.

Debido a su pasado como colonia británica, que fue devuelta a China el 1 de julio de 1997, el Reino Unido ha pedido a Pekín que permita la autonomía y libertades que contemplaba aquel traspaso de soberanía. «Es vital que el alto grado de autonomía de Hong Kong y los derechos y libertades acordados en la Declaración Conjunta Sino-Británica sean respetados», advirtió la primera ministra, Theresa May . Unas palabras que, por referirse a un «asunto interno», fueron tildadas de «inapropiadas» por el embajador chino en Londres, Liu Xiaoming , convocado después por el Ministerio de Exteriores británico. Justo cuando se cumplen 22 años de su devolución, la lucha de Hong Kong por sus libertades causa un conflicto diplomático y desafía al autoritario régimen chino.

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