Piden a Borrell que interceda ante el régimen cubano por José Daniel Ferrer, detenido el 11-J

Prisoners Defender denuncia las condiciones de aislamiento y tortura en las que se encontraría el disidente y expreso de conciencia

El disidente cubano José Daniel Ferrer
Susana Gaviña

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El disidente y coordinador de la plataforma Unpacu, José Daniel Ferrer , lleva más de 120 días en prisión. Fue detenido el pasado 11 de julio cuando salía de su casa para participar en las históricas protestas que tuvieron lugar en casi medio centenar de ciudades de la isla. Durante estos cuatro meses ha sido trasladado varias veces de prisión, y apenas ha tenido contacto con su familia, según denuncia la ONG Prisoners Defenders (PD) .

En las dos llamadas que Ferrer pudo realizar a su esposa, Nelva Ismarays Ortega , le relató la situación en la que encontraba:«Sigo en la misma celda, una celda totalmente tapiada, no puedo usar ni siquiera el mosquitero porque no hay donde amarrar, son cuatro paredes blancas apenas, no fluye el aire, no hay una ventana que comunique con el exterior, no se ve absolutamente nada hacia afuera, es decir, un encierro total … Lo peor, tengo un ruido constante en la cabeza que como si fuesen grillos, sonando constantemente de una manera insoportable. Y eso me produce un dolor de cabeza más continuo constantemente». Así lo recoge un comunicado remitido por PD, en el que la ONG pide al Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell , que «interceda» en favor de Ferrer, «torturado, enfermo e intoxicado con psicofármacos en prisión en Cuba».

Según PD, el disidente, expreso de conciencia de la Primavera Negra y encarcelado de manera recurrente por el régimen cubano ( la última vez estuvo 6 meses en prisión ), no «recibe tratamiento médico alguno, salvo la administración mediante engaño de una droga psico-activa, Alprazolam, que provoca falta de aire, inclinación al suicidio y alteraciones de la consciencia». Se refiere también a las obras que están realizando en su celda, lo indicaría, según PD, «que ésta pudiera estar preparada tecnológicamente para la tortura».

Ferrer es uno de los miles de cubanos que fueron detenidos el 11-J tras participar –en su caso no pudo llegar a hacerlo– en las masivas manifestaciones que tuvieron lugar de forma espontánea como consecuencia de la crisis económica, agravada por la pandemia, que sufre la isla, así como la falta de libertades. En la actualidad siguen detenidos cientos de cubanos, muchos de ellos se enfrentan a penas de más de 10 años de prisión, y otros a más de 25 años

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