Un grupo de manifestantes exige en Caracas la puesta en libertad de Leopoldo López
Un grupo de manifestantes exige en Caracas la puesta en libertad de Leopoldo López - EFE

Los padres de Leopoldo López esperan su libertad ahora que Maduro superó 2016

Sin posibilidad ya de revocatorio, confían en que el régimen chavista libere a los presos o rebaje la presión sobre ellos

Madrid Actualizado: Guardar
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«Leopoldo sigue con una fuerza interior que no sé de dónde la saca», cuenta Antonieta Mendoza, madre de Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, quien pronto cumplirá tres años como preso político, uno de los más de cien opositores encarcelados en Venezuela por el régimen de Nicolás Maduro.

No es que a ella le falte esa misma fuerza –ahí están las imágenes de diciembre de su encadenamiento en el Vaticano junto con Liliam Tintori, mujer de Leopoldo, y Mitzy Carpiles, esposa de Antonio Ledezma, otro de los represaliados–, pero hay una realidad que no puede soslayarse: entrados en 2017, los presos quedan aún a mayor merced de Maduro, a quien ya no se puede echar del poder mediante un referéndum revocatorio como el que la oposición trató de convocar en 2016 y el Gobierno impidió vulnerando la Constitución.

Si a partir de ahora Maduro renunciara, forzado por la crisis económica y humanitaria que vive Venezuela, el vicepresidente cubriría el tiempo que queda hasta las elecciones presidenciales de finales de 2018, sin la convocatoria de comicios anticipados, como hubiera obligado un resultado negativo en el referéndum no celebrado de 2016.

Pasado, pues, el año más delicado políticamente para Maduro (aunque seguirá contando con riesgos, pues la situación económica continuará empeorando, con una inflación que en 2017 puede ascender a 1.700 por ciento, tres veces más que en 2016), Antonieta Mendoza y su esposo Leopoldo López Gil confían en que el Gobierno relaje su presión sobre los presos políticos, mejore sus condiciones carcelarias, que en la mayoría de los casos contravienen las disposiciones internacionales relativas a los derechos humanos, e incluso proceda a su liberación.

«No como fruto de una negociación, pues el Gobierno sabe que Leopoldo nunca aceptará negociar», apunta su padre, sino como muestra de la normalización del país con la que debieran afrontarse las próximas elecciones. «Una salida de Leopoldo», afirma su padre, «abriría las puertas a los otros».

El nombramiento de Tareck el Aissami como nuevo vicepresidente ejecutivo augura en realidad un mayor hostigamiento a la oposición, tras unos meses en los que el Gobierno quiso dar al mundo la impresión de estar abierto al diálogo. Pero un relajamiento en el asunto de los presos podría ayudar a mejorar la imagen internacional de Maduro.

Sufrimiento de la familia

La familia de Leopoldo López sufre especialmente el régimen de aislamiento al que este está sometido. El líder de Voluntad Popular, exalcalde de Chacao, una de las entidades municipales de la gran Caracas, se encuentra recluido en una torre de cuatro pisos de la prisión militar de Ramo Verde, en la que permanece sin contacto con ningún otro preso. Tiene apagada luz durante doce horas, entre las 7.30 de la tarde de un día y las 7 de la mañana del día siguiente. Puede recibir visitas de sus abogados los días laborables y de sus familiares más próximos durante el fin de semana, pero ese régimen se suspende en ocasiones de manera arbitraria, según lamentan sus padres. Esas visitas, además, son completamente escrutadas, pues en la celda hay ocho cámaras y algunos micrófonos, de forma que las autoridades chavistas han llegado a saber incluso cosas que la esposa de Leopoldo López le ha comentado a este al oído.

Sus padres denuncian que en la reunión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebrada a comienzos de diciembre en Panamá, los representantes del Gobierno venezolano presentara fotos engañosas sobre las condiciones en las que vive el dirigente político detenido. En ellas aparecía leyendo el periódico, cuando en realidad este le llega muchas veces recortado, y se veían abiertas las puertas de las distintas dependencias de la torre donde está recluido, como si pudiera moverse libremente por ellas, cuando lo cierto es que siempre están cerradas, advierten los padres.

Libro sobre petróleo

Leopoldo López está ultimando un libro sobre su propuesta petrolera para Venezuela, que podrá publicarse en un par de meses. Ante el grave deterioro de la compañía estatal PDVSA, cada vez con menor producción y mayor endeudamiento, el líder de Voluntad Popular avanza una propuesta articulada en cuatro apartados: la maximización de la producción; la democratización del petróleo, mediante la creación de un fondo, para que los ingresos lleguen realmente a toda la población; la sostenibilidad de la actividad, y la diversificación económica.

Sus padres manifiestan que Leopoldo López está «esperanzado» en que el libro genere un debate en la sociedad venezolana y enriquezca la discusión política de la oposición, hasta ahora muy centrada en dar respuesta a los movimientos de aniquilación activados por el Gobierno, el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, controlados por el chavismo.

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