Dos mujeres lloran la tragedia en Orlando
Dos mujeres lloran la tragedia en Orlando - Manuel Trillo

Orlando se une para decir no al odio y la violencia

Miles de personas se congregan en una vigilia para recordar a las víctimas de la masacre en el club Pulse y advertir que ese ataque no dividirá a la ciudad

Orlando (Florida) Actualizado: Guardar
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Miles de personas se congregaron en la noche de este lunes en una explanada frente al Dr. Phillips Center de Orlando para gritar no al odio y la violencia. La vigilia organizada en recuerdo de las víctimas de la masacre perpetrada en la madrugada del pasado domingo en el club Pulse de esta ciudad del centro de Florida estuvo cargada de emoción. A lo largo de dos horas, distintos activistas de la comunidad de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT), líderes religiosos de distintas confesiones y políticos, así como los propios dueños y empleados del local donde se produjo la tragedia, expresaron desde un escenario su firme condena a lo sucedido y apelaron a mantener la unidad frente al fanatismo y la intolerancia.

El homenaje culminó con 49 campanadas que sonaron desde la iglesia metodista First United y que los asistentes escucharon en un silencio sobrecogedor, con velas encendidas en la mano y muchos de ellos abrazados y con lágrimas en los ojos.

«¡No nos derrotarán, estamos aquí para quedarnos!», gritaron los miembros del equipo del club Pulse ante la multitud, a la que invitaron a corear: «Paz, amor, Pulse». Las llamadas a la unidad se sucedieron una y otra vez. «No vamos a dejar que este odio nos divida», advirtió Carlos Guillermo Smith, líder de la comunidad hispana homosexual en Orlando, a la que pertenecían la mayoría de las víctimas de la matanza. Smith empleó un juego de palabras para criticar al aspirante republicano a la Casa Blanca Donald Trump, al decir en inglés: «Love trumps hate» (El amor triunfa sobre el odio).

El imán Mohamed Musri, líder de la Sociedad Islámica de la Florida central, también se pronunció en ese sentido y condenó el ataque al club Pulse y “cualquier acto de terrorismo en el nombre del islam”.

Así mismo, el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, mostró su confianza en que los vecinos de la ciudad se sobrepondrán a sus «momentos más tristes», mientras que la alcaldesa del condado de Orange, Teresa Jacobs, dijo al borde de las lágrimas que «el amor derrotará al odio y la violencia».

Más control sobre las armas

Varios de los intervinientes se refirieron también a la necesidad de reforzar el control sobre las armas. En especial lo hizo Daniel Gross, de la campaña Brady para la prevención de la violencia con armas, quien criticó el fácil acceso que se tiene a ellas en EE.UU. y aseguró que los participantes en la vigilia estaban «inspirando a todo el país».

Entre quienes tomaron la palabra también se encontraba Betty Deas la pastora de la iglesia metodista episcopaliana africana Madre Emanuel de Charleston, donde esta semana se cumple precisamente un año del asesinato a tiros de nueve personas, un acto con el que su autor pretendía abrir una «guerra racial».

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