Cartel anunciando la candidatura de Teodoro Obiang N'Guema Mbasogo AFP

Obiang busca perpetuarse al mando de Guinea Ecuatorial por siete años más

El país africano celebra elecciones presidenciales con la ausencia del principal partido opositor

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Guinea Ecuatorial celebra este domingo elecciones presidenciales para rubricar la continuidad de Teodoro Obiang, en el poder desde 1979 y quien prolongará su mandato por otros siete años más. Con la experiencia aún fresca en la memoria de su último resultado electoral (por encima del 95% de los votos en 2009) nadie duda de esta certeza. Más aún, cuando el principal partido opositor -Convergencia para la Democracia Social (CPDS)- no concurrirá a estos comicios.

«Nuestro partido ha decidido no presentarse por las irregularidades registradas por violaciones de la ley y por todas las trampas que ha hecho el presidente Obiang para, prácticamente, ir solo a las elecciones», asegura a ABC Andrés Esono, secretario general del CPDS.

«Venimos pidiendo que la Comisión Electoral sea independiente.

Llevamos toda la vida viendo elecciones fraudulentas», añade Esono,

«Para permanecer en el poder, Obiang está dispuesto a todo», asegura Wenceslao Mansogo

Así, como ya es tradición electoral, la llamada a las urnas ecuatoguineanas servirá, tan solo, para prolongar la dictadura de Obiang. El resultado de sus años de Gobierno es evidente: A pesar de producir cerca de 340.000 barriles diarios de petróleo para una población estimada en 1,2 millones (censo del pasado año), el 75% vive por debajo del umbral de la pobreza y el 58% no cuenta con acceso a agua potable (para poner en perspectiva este guarismo, según la Organización Mundial de la Salud, en 2015, solo tres países -Angola, Papúa Nueva Guinea y la propia Guinea Ecuatorial- tenían una cobertura inferior al 50% de su población).

Como denuncia a este diario Wenceslao Mansogo, activista pro Derechos Humanos y miembro destacado del partido CPDS, «para permanecer en el poder, Obiang está dispuesto a todo».

El político asegura que «el censo electoral está plagado de falsedades», donde incluso «se ha inscrito a muertos».

«Aquí todo el mundo sabe que la intención de Obiang (73 años) es subir al poder y después imponer a la gente (a su hijo) “Teodorín”», reconoce Mansogo.

Al vástago presidencial, de momento, no parece irle mal. Según el el Departamento de Justicia de Estados Unidos, «Teodorín» dilapidó, presuntamente, entre 2004 y 2011 cerca de 300 millones de dólares en propiedades alrededor del mundo, a pesar de que su salario como ministro de Agricultura y Bosques era de «apenas» 6.799 dólares mensuales.

En el recuerdo, el escándalo que en 2004 sumió al banco estadounidense National Riggs -que desde hacía casi dos siglos manejaba las cuentas de presidentes y jefes de Estado- en operaciones de blanqueo de dinero procedente de la familia Obiang.

A la espera de una presunta continuidad de su estirpe, para los presentes comicios presidenciales concurrirán siete aspirantes. En este sentido, la candidatura de Obiang se encuentra apoyada por 9 de los 15 partidos reconocidos en el país.

El máximo rival del actual mandatario será Buenaventura Monsuy Asumu, del Partido de Coalición Social Demócrata (PSCD). Aunque lo de rival, quizá sea un apelativo excesivo, dada la diferencia de opciones con la que cuentan ambos contendientes. Recuerden: En 2009, fecha de las anteriores presidenciales, Obiang se hizo con más del 95% de los votos.

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