Netanyahu defiende su inocencia tras un nuevo interrogatorio de la Policía

Fue la undécima ocasión en la que el dirigente conservador respondía a las preguntas de los agentes desde comienzos de 2017

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu REUTERS

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Los investigadores llegaron a la residencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu , a primera hora de la mañana y no salieron hasta pasadas cuatro horas. A la salida les esperaba una protesta ciudadana con pancartas en las que se podían leer eslóganes como «Primer ministro, criminal». Fue la undécima ocasión en la que el dirigente conservador respondía a un interrogatorio desde comienzos de 2017 y en esta ocasión el tema central fue el llamado Caso 4000 o Bezeq. La Policía trata de averiguar si Netanyahu presionó para garantizarse una cobertura informativa favorable por parte de Walla, portal de noticias propiedad de Shaul Elovitch, principal accionista de Bezeq, el gigante de las telecomunicaciones en el país. A cambio, le habrían ofrecido favores gubernamentales que podrían haberle reportado millones de dólares a su compañía.

Netanyahu se declara inocente de este y del resto de casos de corrupción en los que está siendo investigado y al final del interrogatorio emitió un comunicado en el que aseguró que el Caso 4000 «se ha derrumbado por completo» . La nota difundida por la defensa del primer ministro detalla que «los datos demuestran inequívocamente que la cobertura de Netanyahu en Walla con Elovitch era tan negativa como cuando era propiedad de Amos Shoken (dueño del diario Haaretz), y no cambió en lo más mínimo al convertirse en ministro de Comunicaciones».

Este es el último escándalo que afecta a un Netanyahu sobre quien la Policía aseguró ya en marzo disponer de pruebas suficientes «para inculparlo de haber aceptado sobornos, de fraude y abuso de confianza » en otras dos investigaciones abiertos. La primera es la conocido como «Caso 1000», en el que se analiza la presunta entrega de regalos al primer ministro por parte de empresarios millonarios de Hollywood, y la otra, el «Caso 2000», relativo a una conspiración con el dueño del diario «Yedioth Ahronoth», Arnon Mozes, con quien habría negociado para lograr una cobertura informativa positiva a cambio de dañar la distribución del gratuito «Israel Hayom».

La sombra de la corrupción acorrala al matrimonio Netanyahu ya que en junio la Justicia imputó a la primera dama, Sara, por un fraude de 85.000 euros en el conocido como «Escándalo de la residencia» . Mientras la oposición espera que la corrupción acabe con la carrera política del primer ministro, este asegura que no solo no piensa dimitir, sino que se presentará a las próximas elecciones, previstas para noviembre de 2019, y las ganará.

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