Mueren 1.000 personas en los naufragios en el Mediterráneo de la última semana

La tragedia de los refugiados náufragos en el Canal de Sicilia adquiere proporciones cada vez más trágicas, con cifras alarmantes, tanto las de vivos rescatados como las de muertos, en especial las de niños víctimas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha asegurado que en la última semana han muerto «al menos 1.000» personas en el Mediterráneo.

Según la agencia de refugiados de las Naciones Unidas, Acnur, serían 700 las víctimas mortales, entre ellos al menos 40 niños, de tres naufragios de los últimos días en el Mediterráneo. En una semana han desembarcado en Italia 13.800 inmigrantes, con destacada intervención de la fragata española Reina Sofía que llevó a Taranto (región de Apulia). La agencia de la ONU basa sus datos en los testimonios de los supervivientes.

En el mismo periodo de una semana, los desembarcos en Grecia han sido solo de 180 migrantes, lo que confirma que, cerrada la ruta de los Balcanes, Italia se ha convertido en la meta de miles de refugiados. «La situación es caótica. No podemos estar seguros de los números, pero tememos que 700 inmigrantes se han ahogado en tres naufragios», manifestó un portavoz de la agencia Unhcer. Particularmente dramático fue el naufragio de dos viejos pesqueros, cada uno sobrecargado con 500 inmigrantes, sobre todo eritreos y subsaharianos, que habían partido desde Sabratha, en Libia. Uno tiraba con una cuerda del otro sin motor. Después de pocas millas y ocho horas de navegación, el segundo comienza a embarcar agua, cunde el pánico y decenas se lanzan al agua intentando alcanzar la otra barca. Las esperanzas de salvación del segundo pesquero se desvanecen cuando los traficantes de inmigrantes del primero rompen la cuerda que unen las dos embarcaciones. La segunda se va a pique en pocos minutos: los que van en cubierta se lanzan al agua, pero los 300, entre ellos 40 niños, que viajaban en la bodega como sardinas acaban en ese cementerio sin fin que se ha convertido el Mediterráneo. Los supervivientes fueron solamente 20, rescatados por dos naves.

Son las mujeres y niños las víctimas más frágiles en esta emergencia de la migración. Algunos de sus testimonios son especialmente dramáticos: una menor violada en Libia se quedó embarazada y llegó a Palermo con la nave Bourbon Argos de Médicos Sin fronteras, que desembarcó 604 inmigrantes, de ellos 73 mujeres -15 embarazadas- y 31 menores, entre ellos 10 niños menores de 5 años. Paola Mazzoni, médico a bordo de la nave Borbon Argos contó que la menor violada y embarazada estaba aterrorizada, encargándose de ella un equipo de psicólogos: «Las violencias sexuales no se dan solamente con mujeres, sino también con chicos jovencísimos», dijo la doctora Mazoni.