Merkel y Xi posan en Berlín con jóvenes deportistas
Merkel y Xi posan en Berlín con jóvenes deportistas - AFP

Merkel recibe al G-20 con China como aliado para el libre comercio

La canciller abogó por acelerar un gran acuerdo entre la Unión Europea y Pekín

BERLÍN Actualizado: Guardar
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Es un hecho que Berlín tiene debilidad por los osos y los dos pandas que ha traído como regalo el presidente chino -Jiao Qing y Meng Meng, nombres que significan Tesorito y Sueñito- ya se han ganado el corazón de los alemanes. Pero si la canciller Merkel ha aceptado a China como nuevo «gran defensor del libre comercio» y país «protector del medio ambiente» no es exclusivamente gracias a la diplomacia del panda. El presidente Xi Jinping traía además en la maleta un contrato de Aviation Supplies Holding Company (CAS) para encargar 140 aviones Airbus por valor de 20.000 millones de euros. Se trata de cien A320 y 40 A350 XWB, que engrasarán el cambio de equilibrio geopolítico global en el que China ocupa a gran velocidad el vació comercial, político y diplomático que Donald Trump deja en Europa.

China y Alemania pueden contribuir a aplacar un poco esta incertidumbre y, como consecuencia, lograr un mundo un poco más apacible», dijo Merkel tras el encuentro que mantuvo ayer en la Cancillería alemana con el presidente de China y acerca de la sensación de inseguridad causada por los misiles norcoreanos. Abogó además por acelerar las negociaciones comerciales entre la UE y China y avanzar de forma «rápida» hacia un acuerdo de inversiones que abra la puerta a otro futuro de libre comercio con el gigante asiático. Juntos presidieron la firma de acuerdos empresariales, como la fábrica de automóviles eléctricos y baterías que Daimler tendrá en China a pleno funcionamiento en 2020, una inversión de 600 millones que servirá para proveer piezas a todo su sector de movilidad eléctrica.

El presidente chino, por su parte, recordó la «historia de éxito» de las relaciones bilaterales con Alemania y consideró que la «excelente cooperación» está ante «un nuevo inicio», con nuevas metas y proyectos.

Tanto Angela Merkel como Xi Jinping apostaron por avanzar en unas relaciones que calificaron de «estratégicas» y adelantaron las muestras de sintonía que seguirán exhibiendo sin duda en Hamburgo, durante la cumbre del G-20 en la que la canciller alemana espera dejar a Trump aislado frente al resto de países ricos. Merkel hizo guiños a la intranquilidad con la que algunos empresarios perciben el trato que sus inversiones reciben en China y recalcó que «queremos ser tratados en condiciones de igualdad y que se garantice respectivamente acceso a los mercados, es algo muy importante para nuestras empresas», pero sin dejar de insistir en las posibilidades de profundizar la cooperación en el área tecnológica y sugiriendo el deseo alemán de participar en proyectos de las Nuevas Rutas de la Seda, el plan de infraestructuras para el continente asiático liderado por China.

La canciller alemana afirmó que Berlín presionará en Bruselas para que se cierren las negociaciones en torno al artículo 15 del Protocolo de Adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC). También desea implicar a Pekín en el Plan Marshal que prepara para África y puso como ejemplo el acuerdo firmado hoy para construir una central hidroeléctrica en Angola. En el ámbito de la cooperación entre las sociedades de ambos países, apostó por avanzar en el diálogo en el área de los derechos humanos y recibió con satisfacción el anuncio de permiso para que médicos de Estados Unidos, Alemania y otros países puedan ofrecer tratamiento al disidente y Nobel de la Paz Liu Xiaobo.

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